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Tribuna

Comunicación de moda en tiempos de virus

Comunicación de moda en tiempos de virus

La terrible situación en la que estamos inmersos desde hace un mes ha golpeado con gran dureza a uno de los sectores que provoca a partes iguales pasión y animadversión: la moda. Las estrategias para comunicarse en estos nuevos tiempos están siendo de lo más variada. Grandes marcas como el Grupo Inditex o Mango, pasando por los pequeños empresarios como son los socios del colectivo de Moda de Mallorca, iniciaron la travesía con un sencillo gesto solidario, útil y necesario: fabricar mascarillas; otros han transformado sus fábricas para producir gel hidroalcohólico en lugar de perfumes, tal y como hizo L'oreal; hay quien ha optado por aportaciones económicas directas, como Valentino (que incluyó a España en esas ayudas), o firmas españolas como Zubi y Lucía B que mueven a sus comunidades mediante sorteos a beneficio de diferentes organizaciones.

Cada uno intenta mostrar un nuevo "rostro" más solidario y cercano al cliente. Por ejemplo, si hablamos de imagen gráfica, firmas como Zara o Desigual han "separado" sus logos para sumarse a los diferentes challenges, recordándonos la distancia social que debe prevalecer en nuestros encuentros con otras personas.

Un gran número de empresas de moda, en mayor o menor medida, han modificado la forma en la que se dirigen a sus consumidores, porque en este momento de crisis mundial es hora de dar visibilidad a las empresas, de permanecer en el imaginario colectivo de los clientes para que cuando todo esto termine "nos recuerden" como una empresa que supo adaptarse y acompañarnos durante el tiempo de confinamiento.

La comunicación de moda está pasando por un momento crítico, reinventar un sistema que per se necesita de la presencia colectiva en la mayoría de las acciones para poder funcionar, ha puesto contra las cuerdas a firmas, agencias de comunicación y revistas. Ahora mismo, a la mayoría de ellas les cuesta aceptar que por un tiempo largo deberán evitarse actividades como eventos, showrooms, pasarelas o presentaciones. Los cambios comienzan a visualizarse poco a poco, por ejemplo, Zara ha introducido sus últimas colecciones mediante editoriales realizadas "en casa" de las modelos participantes, un gesto, no solo solidario, sino que anuncia un cambio sustancial en la forma de presentar productos. De hecho, algunos colectivos ya preparan plataformas virtuales para lanzar sus próximas colecciones y otros han reforzado su comunicación en redes sociales como Whatsapp o Telegram.

La nueva comunicación en el sector de la moda pasa por llevar a cabo acciones que lleguen al corazón del cliente, involucrarse en sus vidas, ampliar el sentido de comunidad. Y es que, a partir de ya, el consumidor demandará que las prendas, accesorios, joyas o complementos cuenten una historia que, al llevarlos, hablen de ese cambio que la humanidad ha empezado a interiorizar.

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