Esta casa unifamiliar situada en uno de los pueblos más pintorescos de Mallorca respira aire valldemossí en todas sus estancias. La diseñadora Marga Tomàs ha llevado a cabo la reforma del interiorismo de este inmueble en la que ha querido fusionar el carácter tradicional con la modernidad de los materiales lo que ha permitido la creación de un hogar acogedor y cómodo. Sus propietarios han manifestado que el trabajo de la interiorista es todo un éxito: "Un sueño hecho realidad".
Los ventanales dejan acceder la luz natural al interior de la vivienda y ayudan a la contemplación del paisaje de las montañas de Valldemossa. Así, desde el baño es posible observar la naturaleza de manera directa y privilegiada. La piedra, la madera y la chimenea del comedor son los elementos protagonistas de esta casa. Ayudan a reforzar esa conexión con el entorno exterior.
La simplicidad de las formas y el predominio de las tonalidades pasteles generan un ambiente cálido y luminoso. La sencillez de la decoración y de las formas resalta el carácter rústico del conjunto. El contraste entre el blanco y el negro de los muebles sirve de contrapunto a un conjunto diseñado con una estructura que recupera elementos antiguos como las vigas del techo del comedor.
