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Desde Inglaterra

Londres de cine y exprés

Londres de cine y exprés

Thrilling Cities (Ciudades emocionantes) es el título de un diario de viaje escrito por el británico Ian Fleming y que cubre catorce metrópolis. El inglés creador de James Bond, quien era bastante mejor escritor de lo que la gente suele creer -como me corrobora Javier Marías-, nunca habló de las ciudades de su país natal, Inglaterra, así que lo haré yo. Fleming escribió su guía turística a petición del rotativo The Sunday Times, donde los artículos fueron publicados ocasionalmente entre 1959 y 1960. Finalmente, su editorial de confianza, la aún hoy prestigiosa Jonathan Cape, los publicó en un solo en 1963, tres años después, y con nuevo material. Si tiene planeada una escapa exprés a la ciudad y le gusta el cine, Londres: de cine y exprés le dirá qué puede hacer.

En Londres uno encuentra el victoriano Parlamento de Westminster que saltó por los aires en V de Vendetta o ese barrio de la ya clásica navideña Notting Hill. Se puede cruzar el puente de la Torre de Londres como hacía Bridget Jones, atravesar el andén 9 3/4 como Harry Potter, ver el MI6 desde el Puente de Vauxhall como Dame Judi Dench en Skyfall o visitar a Sherlock Holmes en su propia casa.

Cuando viaje a esta ciudad, debe subir al London Eye para sentir Londres bajo sus pies, pues con 135 metros de altura, es una de las norias más grandes e impotentes del mundo.

Sentirá estar volando como Peter Pan o Mary Poppins. Junto al "gran ojo" se encuentra el Támesis, uno de los ríos más largos de Europa e icono de la ciudad, donde los mamuts solían calmar su sed. Si quiere sentirse como James Bond puede contratar una lancha y recorrerlo como hizo Pierce Brosnan. Los menos aventureros pueden pasear por su orilla y disfrutar del horizonte de esta imponente ciudad, aunque cabe decir que el río no es tan encantador como parece: Hitchcock rodó aquí la primera secuencia de Frenesí, donde aparece un cadáver flotando. Muchos de los edificios emblemáticos de la ciudad se encuentran a orillas del Támesis por lo que un viaje en barco es su mejor aliado. Les recomiendo un crucero con paradas libres para poder subir y bajar tantas veces como le plazca.

El Southbank, al sur del Támesis, es una de las zonas más animadas de Londres. Aquí podrá pasear bajo los árboles con unas vistas colosales, ver una obra de teatro en el National Theatre o visitar el Southbank Centre, un centro de cultura donde cada día se realizan firmas de libros, ponencias, debates, exposiciones y demás. Es en esta zona donde ocurre también una de mis escenas favoritas de Love Actually, cuando Liam Neeson acaba de enviudar y se sienta en un banco con su hijo y este le confiesa que está enamorado. Saint Paul no está lejos. Es una catedral anglicana, la única barroca de Inglaterra y la segunda más grande del mundo, donde están enterrados el almirante Nelson y Lawrence de Arabia y en ella se casó (y de alguna manera murió) la princesa de Gales, Diana. Su joya es la cúpula.

Si le interesan los museos, no se pierda el British Museum, visto en Noche en el museo: El secreto del faraón. La entrada a la mayoría de las galerías es gratuita. Entre muchos otros, tampoco puede perderse la National Gallery, que aparece en Skyfall cuando James Bond conoce por primer vez a Q, quien le facilita los artilugios, sentados contemplando El temerario remolcado a dique seco de William Turner y expuesto en la sala número 34. En la misma galería se encuentra el retrato del Duque de Wellington hecho por Goya y que curiosamente el Dr No tenía expuesto en su guarida.

Lo mejor para moverse por la ciudad es la Oyster Card. La tarjeta azul se recarga en las máquinas de las estaciones, donde también se compra, con el dinero que quiera. Si no le gusta el transporte público, siempre puede alzar su brazo derecho y parar a un típico taxi negro de cinco plazas. Es lo que hace Nicole Kidman en la Mary Poppins de este lustro, Paddington.

El hotel Rosewood es considerado, por tradición, el hotel número 1 para los visitantes de la capital. Y la tradición es cierta, lo es. Los hoteles de lujo en Londres crecen como setas pero son también recomendables el Dorchester y el Claridge's. ¿Menos dinero para gastar? Existen numerosos alojamientos de cama y desayuno (conocidos como "bed & breakfast" o, sencillamente, "b&b") a precios muy razonables repartidos por toda la ciudad. Si lo que quiere es un hotel de cine, el Langham, usado en GoldenEye y en Una buena receta con Bradley Cooper y Sienna Miller.

Hay tantos restaurantes en Londres que probablemente la mejor manera de elegir es caminar despacio hasta que vea uno que le guste. Aunque debo recomendar Cambio de Tercio y Rules, que, establecido por Thomas Rule, es el restaurante más antiguo de la capital.

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