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Reportaje

Pink Floyd & Formentera

Entre 1966 y 1968 Formentera acogió, durante el verano, a los miembros de uno de los grupos más influyentes del final del siglo XX, Pink Floyd

Barret, Hutt y Waters en Formentera en 1967. L. cornor

En plena época hippy, Nick Mason, Richard Wrigth, Roger Waters y Syd Barret, los cuatro miembros fundadores de Pink Floyd viajaron a Formentera, donde tenían amigos que siguen viviendo en la isla. Esa relación fue decisiva, en los primeros años de vida del grupo, para modelar el estilo de una de las bandas más influyentes del rock progresivo y psicodélico de la segunda mitad del siglo XX.

El diseñador, productor y director creativo de Pink Floyd, Aubrey Powell 'Po', explica cómo llegaron a Formentera y la importancia que tuvo su estancia en la creación de la música de la película More, dirigida por Barbet Schroeder, banda sonora que fue grabada, en estudio, en 1968.

Si bien el grupo habían pasado por Eivissa, fue Formentera la que inspiró buena parte de esa partitura. Incluso el amigo y diseñador de la banda realizó la mítica fotografía de la portada del disco y que aún hoy sigue siendo un icono, con el molino de Sant Ferran como referencia visual, una imagen que ha dado la vuelta al mundo varias veces.

Aubrey Powell fue, junto a Storm Thorgerson, fallecido en 2013, fundador de la agencia de diseño gráfico Hipgnosis, que revolucionó, a finales de los sesenta, la forma de presentar la música, aprovechando las posibilidades que les brindaba el formato del LP, cuyas portadas convertían en obras de arte. Ambos visitaron el Club Diario de Ibiza, en septiembre 2009, con una exposición de esas portadas y la presentación del libro que recoge su obra.

David Gilmour, guitarrista y vocalista, se unió a Pink Floyd en diciembre de 1967, justo el año en el que el resto de los músicos había estado en Formentera, en verano, con su amigo escocés, el doctor Sam Hutt. Poco después, Syd Barret entonces líder, voz y letrista, con serios problemas con las drogas, especialmente el LSD, dejó la formación. Gilmour viajó en 1968 con Powell a Formentera, y años más tarde repitieron las visitas que han mantenido en el tiempo. Po ha llegado a tener una casa en Formentera que terminó vendiendo hace pocos años, pero ahora desvela que está buscando otra y que no puede deshacerse de su relación con la isla donde sigue manteniendo muchos amigos. Entre estos está el músico francés, Michel Gerard, y el pintor Marc Tara, que siguen residiendo en la isla.

Po era, junto al resto de la banda, un estudiante de Cambridge en 1965. Al año siguiente Roger Waters y su entonces novia viajaron a Eivissa y un día se desplazaron a Formentera a bordo de la Joven Dolores. Ya de regreso a Londres, Waters se deshizo en elogios sobre esta isla, con el firme propósito de regresar.

Así fue. En el verano de 1967 los miembros originales de la banda viajaron a Formentera, donde les acogió Michel Gerard y Marc Tara, casado con Mary, que también era estudiante de la Escuela de Arte de Cambridge, por lo que conocía perfectamente a los miembros de Pink Floyd.

En Migjorn

En el mes de agosto de ese año, los miembros originales del grupo se instalaron en una casa en la playa de Migjorn y allí estuvieron casi un mes, tal y como recogen las imágenes de su estancia en la isla.

Po hace memoria y recuerda que todo empezó en 1967 y de una forma muy casual, inducidos por las recomendaciones de Waters: "Vinieron entonces a Formentera el propio Waters, Richard Wrigth, Syd Barret y Sam Hutt, que era amigo del grupo y su médico, todos con sus mujeres. Alquilaron una casa durante un mes y cayeron enamorados de la isla". Además, señala la presencia anterior del pintor Marc Tara y su mujer Mary, así como de Michel Gerard, al que también conocían.

Al año siguiente, en 1968, Po y David Gilmour salieron de viaje en coche para viajar hasta Marruecos. Pero la España de Franco no era muy amiga de estos nuevos melenudos 'de moral relajada', que, eso sí, traían divisas. Powell recuerda: «Como teníamos el pelo largo, nos trataban como hippies y no nos admitieron en ninguno de los hoteles donde paramos para dormir, ni en Barcelona ni en Valencia, lo que nos obligaba a dormir malamente en el coche. Nos lavábamos en los baños de los aeropuertos».

En una de esas paradas de aseo, en el aeropuerto de Valencia, 'Po' vio un vuelo que salía hacia Eivissa, pero David Gilmour no estaba por la labor: "Estaba harto y decidió regresar a París; yo, en cambio, cogí una pequeña avioneta, llegué a Ibiza, fuí al puerto y cogí un barco hasta la Savina, donde pillé un autobus hasta Sant Ferran para preguntar por Michel Gerard y su entonces pareja Ane". Sigue relatando, entusiasmado, que la única referencia que tenía era la Fonda Pepe, en Sant Ferran: "Eran las dos de la tarde. Hacía mucho sol y las calles estaban vacías. Llamé a la puerta de la Fonda, que estaba cerrada, y para mi sorpresa me la abrió el actor inglés John Mc Kenna. Le pregunté por Michel y Ane y enseguida me indicó por dónde llegar". Recuerda que tenía poco dinero y que solo llevaba una pequeña bolsa, "pero el medio pollo con patatas y el vino 'Rivin' en la Fonda eran baratos", ríe.

Influencia

Este amigo personal de los miembros de Pink Floyd, que ha seguido su carrera hasta nuestros días y sigue colaborando con algunos de sus componentes, subraya que "Formentera influyó mucho en Pink Floyd, sobre todo en los primeros años y eso se escucha en la banda sonora de la película More, ellos lograron captar el sentimiento que desprende Formentera y lo reflejaron en ese disco". La portada de ese LP es una fotografía del viejo molino de Sant Ferran que disparó Po. El diseñador insiste: "Pink Floyd supo captar la alegría del mar y de la naturaleza y su música refleja eso". Muchos años después, David Gilmour regresó a Formentera, donde pasó largas temporadas en los años ochenta en la casa que vendió hace poco su amigo Po, "por lo que ha seguido manteniendo esa relación con la isla", asegura este.

Sobre la posibilidad de que los miembros de Pink Floyd vuelvan a unirse para un concierto, asegura que es prácticamente imposible: "Hay muchos problemas, entre David Gilmour y Roger Waters, muchas diferencias personales, por lo que ahora es imposible, pero nunca se puede decir que jamás". Lo que queda claro es que la influencia de Formentera en todos los miembros de Pink Floyd se produce en ese año, dos después de su fundación. Todo el grupo se sintió muy cómodo en un entorno que les ofrecía libertad, tolerancia y una forma de vivir que cambio la cultura contemporánea.

La fuerza gráfica de Hipgnosis

«Formentera está en mi ADN, para siempre», deja por delante Aubrey Powell. De hecho, parece arrepentirse de la venta que hizo hace algunos años de la casa que tenía en Porto-Salè: "Ahora estoy buscando otra, para mí esta isla ha tenido una gran influencia en todo lo que hago: las estrellas, el mar, el cielo solo se encuentran aquí, he viajado por todo el mundo pero no hay nada como esto»"

Actualmente su trabajo se centra en dirigir videos musicales, montar exposiciones y conciertos en directo y realizar videos corporativos.

Acaba de montar en Madrid, en el Espacio 5.1 de Ifema, una de las exposiciones del año: Pink Floyd Exhibition. Thier mortal remains, que abrió sus puertas el pasado 10 de mayo pero que debido al éxito de público y crítica ha prolongado su permanencia más de un mes, hasta el próximo 27 de octubre.

Esta gran exposición sobre Pink Floyd, diseñada por Po, propone un viaje audiovisual a través de los 50 años de historia de uno de los grupos de rock más icónicos de todos los tiempos. Una mirada al universo de Pink Floyd, con objetos únicos, música y las voces de los protagonistas explicando cómo llegaron a ser una de las bandas que evolucionó con el cambio cultural vivido en los años sesenta.

La experimentación musical sin ningún prejuicio fue otra de las señas de identidad de una música que se ha convertido en parte de la banda sonora de varias generaciones.

La muestra va acompañada de todo el material gráfico que salió de la una de las factorías de más producción creativa del momento, Hipgnosis, que revolucionó el mundo del diseño.

Antes que Madrid, esta exposición ha pasado por Londres, Roma y Dortmund (Alemania), pero en la capital de España es donde Po se ha sentido más satisfecho del resultado: "Ha sido el mejor diseño de exposición que hemos podido hacer hasta ahora, ya que nos han ofrecido una gran sala, limpia, sin obstáculos, sin muros ni puertas, era como una caja por lo que hemos podido marcar un recorrido más narrativo y cronológico para contar la historia de Pink Floyd". Cuando acabe la exposición en Madrid, viajará a Canadá y después a Estados Unidos, en ciudades aún por determinar.

Pero la capacidad de trabajo de Aubrey Powell (1946, Sussex) parece no tener fin y desvela que, para el 29 de noviembre, Pink Floyd Records lanzará Pink Floyd The Later Years, un conjunto de 18 discos en distintos formatos acompañado de grabaciones de conciertos jamás vistas, a lo que se añade un álbum de fotos exclusivas y recuerdos que cubre el material creado por David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright desde 1987 en adelante.

Ese período generó ventas récord de más de 40 millones de discos en todo el mundo e incluyó tres álbumes de estudio: A Momentary Lapse of Reason, The Division Bell y The Endless River, así como dos álbunes en directo: Delicate Sound of Thunder y Pulse.

Con una producción adicional de David Gilmour y Andy Jackson, incluye más de 13 horas de material inédito de audio y audio, incluidos los codiciados conciertos de Venecia de 1989 y Knebworth de 1990. Algunas de esas imágenes inéditas hasta ahora ilustran este reportaje. Es decir, lo mejor de la producción musical de uno de los grupos decisivos en la evolución de la música contemporánea.

Pero Po no para con sus proyectos. Estos días en Formentera ha podido descansar, pero incluso aquí se ha comprometido con un nuevo proyecto de documental, titulado El sueño líquido de una productora española que quiere contraponer el choque que se produjo en los sesenta entre una sociedad como Formentera y los músicos de vanguardia del momento. Incansable, añade que otro de los trabajos en los que ahora está trabajando es una gran exposición retrospectiva, en una gran superficie de 1.120 metros cuadrados para 2021 en el Museo de Groninger en Holanda. Ese año también editará una película sobre el grupo gráfico que creó.

Po sigue hablando de sus proyectos como si tuviera los mismos años que cuando llamó a la puerta de la Fonda Pepe.

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