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Viajes

Del pasado en Burdeos al porvenir en Futuroscope (I)

Un viaje en el tiempo por francia que nos lleva de la arquitectura del siglo XVIII a las propuestas del XXII

Puerta de Cailhau en Burdeos.

Viajar en el tiempo puede parecer una de las propuestas de un parque tan audaz como Futuroscope, al lado de Poitiers en Francia, o una de las aventuras del genial Julio Verne, que por cierto nació y vivió no muy lejos de aquí, en Nantes, pero en realidad es una idea realizable en pocos días, ideal para llevar a la práctica en familia o en pareja, o uno solo si se prefiere así. Ideal también para los "puentes" que están al caer o para unas vacaciones en Navidad. De Burdeos a Poitiers, pasando por Futuroscope.

El pasado lo representa Burdeos que ya fue una ciudad relevante en tiempos de los romanos, que en la Edad Media vivió un importante desarrollo, gracias al impulso del comercio del producto más famoso de la región: el vino, pero que vivió su época de esplendor en el siglo XVIII, cuando urbanistas y arquitectos transformaron el centro de la ciudad y crearon un trazado urbano y una serie de imponentes edificios señoriales que son los que hoy marcan el paisaje del centro de la ciudad de Burdeos.

Tras la reestructuración de la regiones francesas llevada a cabo en 2014 por François Hollande, Burdeos es la capital de la mayor región de Francia, Nueva Aquitania dotada de un patrimonio natural, arquitectónico y cultural excepcional. La ciudad ofrece el más extenso conjunto urbano del mundo distinguido por la Unesco, Burdeos cuenta con un patrimonio de excepción que se puede visitar a pie, en tranvía o en bici, con el Garona como hilo conductor. Se trata del reconocimiento del valor y de la unidad patrimonial de la ciudad, que se ha modernizado a lo largo de los siglos sin romper su armonía ni su riqueza arquitectónica. Burdeos es el primer conjunto urbano distinguido por un espacio tan amplio y complejo que se extiende a lo largo de 1.810 hectáreas, la mitad de la ciudad, desde los bulevares hasta las orillas del Garona.

La Plaza de la Bolsa es el emblema de Burdeos en todo el mundo desde hace siglos, se necesitaron 20 años para erigir esta emblemática plaza que ha contribuido al auge de la ciudad, su comercio y su reputación. Sus majestuosas fachadas del siglo XVIII hacen las delicias de los visitantes llegados para tomar la foto típica de Burdeos. El Espejo de agua -el más grande del mundo- maravilla con su espectáculo de bruma. Los cambios regulares de dos centímetros de agua sobre una gigantesca placa de granito transforman el lugar, mágico, en un escenario permanente de juegos para niños. A su espalda se encuentra el popular barrio de Saint Pierre, corazón histórico de la ciudad, con sus antiguas y pintorescas callejuelas. A poca distancia, está Pey Berland y sus tres monumentos inscritos en la UNESCO: la torre homónima que es un magnífico mirador, la catedral de Saint-André y el Palais Rohan?, actual ayuntamiento.

En el norte, el barrio de los Chartrons, antiguo feudo de los comerciantes de vino, se ha convertido en centro de los anticuarios y las tiendas de diseño. Tras los plataneros de la extensa Place des Quinconces, el barrio de los "Grands Hommes", también conocido como "Triángulo" por sus tiendas de lujo, mansiones y el majestuoso Grand Théâtre. El casco antiguo de Burdeos es el paraíso de los amantes de la buena mesa pues en sus plazas y callejuelas peatonales se suceden restaurantes de primer orden. Al sur, la porte Cailhau y la Grosse Cloche anuncian la llegada al cosmopolita barrio de Saint-Michel. Hay que cruzar a la orilla derecha, cruzando el puente de piedra y descubrir su exuberante vegetación inspirada en los jardines botánicos y sus parques urbanos en torno a los muelles, con bellas vistas del Port de la Lune y las fachadas monumentales.

Apuesta de vanguardia

Burdeos no quiere permanecer en el pasado, a pesar de ser muy glorioso, ya apuesta desde hace unos años por la arquitectura contemporánea, como así lo atestigua el puente Jacques Chaban-Demas, La Cité du Vin, el Tribunal de Primera Instancia, el estadio Matmut Atlantique, el Bordeaux Metropole Arena, a los que en la próxima primavera se añadirá el Museo del Mar y la Marina, con 13.000 m² y junto al puerto histórico de la ciudad para explorar toda la historia de la aventura marítima.

Junto al emblemático barrio Darwin en la margen derecha de Burdeos, centro de la vida artística y empresarial, sin duda el icono más moderno es La Cité du Vin, una infraestructura cultural inédita dedicada al vino como patrimonio cultural, universal y vivo. Ofrece un viaje espectacular alrededor del mundo, a través de las épocas, en todas las culturas.

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