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Medio ambiente

El negocio de la pesca sostenible

La sobreexplotación de los caladeros impulsa manifiestos y plataformas para sensibilizar a la población que otra pesca es posible

El Mediterráneo es el mar más explotado del mundo. Lluís Amengual

La situación de emergencia ambiental que viven mares y océanos ha impulsado a más de 150 científicos internacionales a firmar la Declaración del Mediterráneo de Oceana. En ella se insta a la Unión Europea y sus Estados miembros a detener la crisis ambiental en el Mediterráneo, el mar con mayor nivel de sobrepesca del mundo, según un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Entre los científicos españoles firmantes están la Dra Teresa Alcoverro, del Centre d´Estudis Avançat de Blanes CEAB-CSIC; el Dr. Daniel Bachiller, del IMEDEA; el Dr. José Juan Castreo, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Dra. Emma Cebrián, de la Universitat de Girona, entre otros.

"Esta crisis ambiental no es una simple advertencia sino la dura realidad del Mediterráneo. Europa lleva décadas dando la espalda a la situación y su pasividad nos ha llevado a un punto cercano al no retorno", afirma Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana en Europa. "La UE debe adoptar un plan de gestión del Mediterráneo Occidental basado en la ciencia para detener la sobrepesca y evitar así el peor de los escenarios: el colapso de los stocks pesqueros".

La sobrepesca afecta en torno al 90% de los stocks pesqueros evaluados, con unas tasas medias de sobreexplotación más del doble de los niveles de sostenibilidad recomendados. Según los científicos que respaldan la Declaración, un plan plurianual del Mediterráneo occidental debería restringir el arrastre de fondo, el arte de pesca más destructivo, aumentando la zona libre de arrastre durante todo el año desde una profundidad actual de 50 metros hasta por lo menos 100 metros, donde se hallan agregaciones de juveniles y hábitats marinos sensibles. Además, se debería proteger las áreas de puesta y cría en zonas de más de 100 metros mediante cierres pesqueros temporales o permanentes. Y, por último, establecer límites de capturas y de esfuerzo en línea con las recomendaciones científicas para así restaurar y recuperar los stocks pesqueros hasta niveles sostenibles.

Esta llamada a la acción de los científicos se produce antes de las negociaciones del Parlamento Europeo, que empezaron este lunes 24 en la Comisión de Pesca y que deberán culminar con la aprobación del primer plan de gestión plurianual para las especies demersales del Mediterráneo a principios de 2019.

Pesca sostenible, un buen negocio

Para concienciar a propios y extraños Oceana ha lanzado recientemente una herramienta interactiva en que explora los potenciales beneficios de modificar las actuales prácticas pesqueras de la UE. Por primera vez y gracias a Catchy Data, los usuarios pueden acceder a estimaciones sobre los resultados de recuperar los stocks pesqueros y faenar de manera sostenible en cada país de la UE: cuánto podrían aumentar las capturas de las principales especies comerciales, cuántos empleos podrían crearse, potenciales beneficios netos, ganancias para los sectores relacionados, etc.

Los datos muestran que si la UE pescara sosteniblemente podría capturar casi un 60% más en menos de diez años, inyectar casi 5.000 millones de euros al PIB comunitario y crear más de 90.000 puestos de trabajo. "Es la primera vez que se calculan de forma tan exhaustiva los beneficios económicos y sociales de recuperar la pesca en la UE", afirma Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana en Europa. "Con esta nueva página, Oceana pretende hacer más claros y accesibles los datos sobre la pesca, para empoderar así a los agentes sociales y facilitar la comprensión del impacto potencial de acabar con la sobrepesca"

La plataforma se ha realizado con datos provenientes de un estudio publicado por Oceana en 2017 para calcular las implicaciones socioeconómicas de pescar en niveles sostenibles en Europa. El informe mostraba que si la pesca se gestionara de manera sostenible en la UE, no solo mejoraría el estado de los mares, sino que habrían sustanciales beneficios económicos en forma de aumentos en el PIB y el empleo.

Y en tierra€

Fruto del comercio y del bajo control que, históricamente se ha dado de las mercancías, aparecen las especies invasoras que, a pesar de requerir ingentes cantidades de dinero para su control, no llegan a erradicarse. Es el caso de la oruga del pino.

En las nuevas tecnologías se ha encontrado un nuevo aliado para acotar el problema. Y la plataforma Alerta Forestal es una de ellas. De hecho, las fotos de procesionaria que ha enviado la ciudadana en la plataforma confirman que la plaga repite año tras año en los bosques. Las orugas ya han comenzado un nuevo ciclo de vida, pero aún faltan unos meses para que se observen las típicas bolsas sedosas que forman los árboles para protegerse. Sin embargo, los ecólogos del proyecto advierten que la plaga irá en aumento respecto al año pasado si no hay una ola de frío a inicios de este otoño.

"En caso de que la situación continúe así, estaremos hablando del cuarto año consecutivo que los bosques se ven tan intensamente afectados. Desafortunadamente, esto podría implicar que los pinos no se recuperen del ataque y deberemos empezar a hacer seguimiento de la mortalidad", explica el coordinador científico de Alerta Forestal, Jordi Vayreda. Y añade, "ahora mismo los bosques están en buen estado de salud a la mayor pues la primavera y el verano han sido especialmente lluviosos y han permitido que se recuperen adecuadamente. Aunque es una buena noticia, esto también significa que la procesionaria tiene más alimento disponible".

La primera campaña de procesionaria de Alerta Forestal, que terminó el pasado mes de junio, contó con casi 400 imágenes de bosques afectados por la plaga que enviaban los usuarios. Unas fotos que permitieron al equipo investigador comprobar que la procesionaria hace tres años que afecta severamente a los mismos bosques de Cataluña -y en la nueva campaña 2018-19 podría ser el cuarto- y que ha llegado a altitudes tan elevadas como la cuenca del Varradòs, en el Val d´Aran (aproximadamente 1.130 metros).

La situación extraída de estos primeros resultados no era esperanzadora: el 42% de las imágenes recibidas correspondían a afectaciones altas o muy altas de defoliación, sobre todo en cuanto a las comarcas del Berguedà, Solsonès y el Alt Urgell, todas ellas en Catalunya. Las regiones más afectadas fueron el Pirineo y Prepirineo, donde a pesar del frío, las procesiones no se detenían. Y parece que este año la situación se mantendrá o, incluso, podría empeorar. Una situación extrapolable a Mallorca.

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