Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Reportaje

Hierbas que curan: Mallorca tiene hasta 662 plantas medicinales

El doctor Carles Amengual ha catalogado, tras 35 años de estudio, la flora mallorquina usada con finalidades terapéuticas. Son 662 plantas medicinales

La tesis del doctor Carlos Amengual ha catalogado todas las plantas existentes en las islas. guillem Bosch

La tesis doctoral en la que se embarcó tiempo atrás el doctor Carles Amengual ofrece la más completa catalogación de las plantas medicinales de Balears existente hasta el momento. Lo que ha hecho el doctor ha sido sistematizar la flora de las Islas susceptible de ser utilizada con fines medicinales. El suyo ha sido un trabajo muy exhaustivo, pues para cada planta, de las 662 que ha incluido en la tesis doctoral, ha elaborado una ficha con su nombre en siete idiomas, descripción botánica, localización, parte de la misma utilizada en medicina e indicaciones más apropiadas; además, la ficha incorpora la fórmula y preparaciones adecuadas de la planta y, lo que es más llamativo, la terapéutica comparada con India, China, Tibet, Filipinas, Marruecos, México y homeopática.

También ha considerado oportuno establecer lo que se dice de cada planta curativa en la cultura popular y la correspondiente bibliografía. La tesis doctoral es el resultado de 35 años de incesantes investigaciones desarrolladas en todos los ámbitos geográficos de Balears, especialmente en Mallorca. El doctor Amengual aclara que las fichas también establecen cuáles son las propiedades de la planta; es decir, qué enfermedades son susceptibles de ser curadas con su correcta administración una vez que han sido preparadas. Así, se especifica las prescritas para los problemas respiratorios, urinarios, digestivos, renales, de la piel... “Se trata de un estudio plenamente científico -aclara el doctor Amengual-, alejado de cualquier otra consideración”.

El interés por las plantas medicinales, tanto desde la vertiente científica como la popular, ha sido una constante en las Islas, como han puesto de manifiesto las personas que al asunto se han dedicado; la bibliografía publicada e incluso la industria del cultivo y producción de medicamentos extraidos de las plantas lo corroboran. La tesis doctoral de Carles Amengual, sustanciada en la UIB, estudia concienzudamente todas las plantas autóctonas referenciadas como medicinales con el objetivo de establecer un archivo de plantas medicinales actualizado y útil para la investigación y el uso terapéutico.

La investigación del doctor Amengual constata que el 33% de las plantas analizadas (662 de 2006) están referenciadas como medicinales y que el 82% (123 de 150) de las familias de plantas balearicas poseen componentes medicinales. Por lo que concierne a las plantas endémicas de las Islas, el 29,8% constituyen endemismos medicinales (26 de 87).

Resultado llamativo

La tesis doctoral también analiza los estudios sobre la flora medicinal publicados desde el siglo XVIII hasta hoy procediendo a comparar el nombre de las especies medicinales citadas. Además, ha estudiado la presencia de esas especies en la literatura y cultura popular, para lo que hsa procedido a diseccionar obras clásicas griegas y latinas, tanto de la Edad Media como de la época moderna. El resultado es llamativo: constata que la presencia de plantas medicinales es superior en las rondalles mallorquines (139) que en las demás obras analizadas, incluyendo las obras completas de Shakespeare (121), La Biblia (113), Las mil y una noches (103) o las obras de Virgilio. En lo referente al nombre de las plantas, el doctor Amengual ha recopilado 3.626 nombres en lengua catalana para las 662 plantas medicinales estudiadas y ha recogido 3.027 glosas y refranes en lengua catalana a los que hacen referencia.

La tesis doctoral es también un estudio histórico de los investigadores que desde 1781 han sistematizado el uso de plantas medicinales. Así, en el citado año, el farmacéutico Brotat dejó un manuscrito inédito en latín en el que ya se recopilaban diversas plantas susceptibles de uso terapéutico. Años más tarde, en 1791, el doctor Cursach, médico menorquín, desarrolla un estudio sobre botánica que abarca Menorca y Mallorca. En el siglo XIX, concretamente en 1879, Barcell Combis da a conocer una ambiciosa sistematización de la flora balear en la que incluye 278 plantas medicinales. En 1940, iniciada la posguerra, el hermano Bianor, de las Escuelas Cristianas, enumera las propiedades sanatorias de 83 plantas. El farmacéutico Palau Ferrer da cuenta, en 1954, de 155 plantas medicinales de Balears. Los dos precedentes inmediatamente anteriores a la tesis doctoral de Carles Amengual, son los de el padre Bonafé, del monasterio de Lluc, quien, en 1977, año de las elecciones constituyentes, enumera 373 plantas medicinales y, en 2013, la tesis doctoral de Margarita Carrió, farmacéutica de Artà, sube el número hasta las 517.

El doctor Amengual se extiende sobre lo llamativo que puede resultar que libros tan fundamentales en la historia de la Humanidad como es La Biblia y El Corán citen numerosas plantas medicinales, cosa que también hacan autores clásicos de la talla de Ramon Llull. Sucede, remarca el doctor Amengual, que desde la alborada de la Humanidad, hace unos 60.000 años, sabemos que las plantas se utilizaban para curar muchas enfermedades. Las utilizaron nuestros ancestros prehistóricos, lo que se ha podido constatar gracias a la Palinología, el estudio de los pólenes. La referencia occidental más antigua es el Dioscorides, atribuido a un médico griego, cuyas estipulaciones fueron recogidas por las legiones romanas pasando a la posteriridad compiladas en cinco tomos. Hasta hace 200 años su estudio era obligatorio en todas las facultades de Medicina de las universidades europeas. Todavía hoy, destaca el doctor, aproximadamente el 20% de las farmacopea tiene su origen en el estudio realizado por el médico griego.

Excavaciones en Alcúdia

Debido a las excavaciones arqueológicas realizadas en yacimientos de Alcúdia, concretamente en Son Real, se sabe que en Mallorca se utilizaban las plantas medicinales, puesto que han sido hallados cráneos trepanados junto a diversas plantas medicinales. Se trata de una prueba fehaciente de que la medicina ya existía en la Islas en tiempos pretéritos. Se ha podido constatar que la persona a la que se le realizó la trepanación sanó, puesto que la herida estaba limpia y bien cicatrizada.

El doctor Amengual destaca que algunas plantas medicinales parecen poseer propiedades “casi mágicas”, caso del romero, que sirve para curar heridas, al ser un potente desinfectante, además de corregir alteraciones en la piel y mejorar la circulación. En la actualidad se realizan con esa planta investigaciones porque podría utilizarse para corregir alteraciones de la memoria.

También las plantas de la familia de la ortigas han sido profusamente analizadas en la tesis doctoral estableciendo que son muy adecuadas para contribuir a solventar problemas relacionados con la próstata. Las infusiones de esa planta eran conocidas desde siglos atrás y muy utilizadas. Las propiedades que encierra la ortiga constituyeron una de las más conocidas por la farmacopea basada en las plantas medicinales, al igual que las propiedades deuréticas de los cardos, también utilizados desde tiempos remotos. El doctor Amengual no duda en afirmar que “las plantas medicinales contribuyen a mejorar enfermedades de pronóstico grave, aunque precisa que siempre se han de utilizar de acuerdo con las prescripciones médicas, como parte del arsenal terapéutico disponible.

En la actualidad, en la medicina occidental, concretamente en Europa, las investigaciones sobre las plantas medicinales han cobrado un importante impulso. “Se vuelve a investigar”, asegura el doctor Amengual, lo que contrasta con lo que sucede en China, “donde desde siempre se han utlizado las plantas medicinales”, añadiendo que “constituyen armas poderosas para mejorar la salud de las personas”.

Rondalles

Carles Amengual ha publicado un libro, L,Hort de les rondalles mallorquines, en el que recoge cómo pueden utilizarse las plantas medicinales y para qué enfermedades. En el libro figuran 140 plantas y los árboles mencionados en las rondalles. Reitera el autor que estamos ante la obra de ficción que contiene más referencias botánicas, superando incluso a las recogidas en Las mil y una noches, considerada las más completa en ese campo.

Para corroborar la enorme importancia que en la literatura popular mallorquina se concede a las plantas medicinales, el doctor Amengual establece el listado de referencias que de las mismas se hace en las rondalles comparándolas con otros libros de la literatura universal. El baremo es el siguiente: La Biblia, 113 referencias; El Corán, 18; Odisea, 38; Mil y una noches, 103; Rondalles, 139. También incluye las referencias de autores concretos siendo los que más citas han dejado Shakespeare, con 121, y Miguel de Cervntes en El Quijote, con 88. El tercero en la lista es Ramon llull, con 72.

De las aproximadamente 430 rondalles hay 45, un 10,4%, que tienen en el título un nombre explícito referido a la flora, a lo que hay que añadir 47 que, sumadas a las anteriores, totalizan 92 con amplio protagonismo botánico (21,3%). Todas las demás también contienen referencias a la flora en algunos de sus aspectos, excepto 29, tan solo el 6,9% no existe ninguna referencia. Por lo tanto hay referencias botánicas en el 93,3% de las rondalles.

El doctor Amengual es taxativo al afirmar que las plantas citadas en las rondalles cubren todos los usos en su vertiente alimenticia, y también sus propiedades curativas, además de establecer concienzudamente las que son venenosas.

A la pregunta de cuál es el futuro de las plantas medicinales, de si en Occidente se volverán a sistematizar sus propiedades terapéuticas, responde diciendo que “hemos destacado que en Europa el interés por las mismas se está incrementando, vuelven a estudiarse, porque se ha comprobado que tienen un potencial curativo importante”, y añade que en Oriente, especialmente en China, así como en las culturas indígenas de Latinoamérica y Africa constituyen una parte esencial de su farmacopea. Precisa que no se trata de que las plantas medicinales sean la panacea, que lo curen todo, ni de que tengan que sustituir a los medicamentos de la medicina moderna, pero sí que son un componente importante, un complemento que no ha de ser dejado de lado.

Tres décadas y media de investigación es toda una vida profesional. Carles Amengual dice que le ha llevado tanto tiempo porque investigar y sistematizar cada una de las 662 plantas (la ficha de las mismas es un completo catálogo de sus propiedades, localización y endemismo) ha sido un trabajo muy complejo. “Ha requerido esos años, porque deseaba hacerlo bien, lo mejor posible, a fin de que la tesis doctoral pueda ser utilizada para que se conozca lo que tenemos en las Islas y seamos capaces de aprovecharlo adecuadamente”, concluye.

Compartir el artículo

stats