Entre que no veo fútbol y que he dedicado el mínimo tiempo posible a especular sobre las combinaciones de partidos que podían conformar gobierno he ahorrado un montón de tiempo que gastaré cuando me toque morir. Quiero seguir ahorrando y que se vote ya. ¡A las urnas!
Ha habido un fracaso electoral porque ningún líder obtuvo una mayoría que le permitiera gobernar y un fracaso poselectoral, porque ninguno atrajo hacia su proyecto los votos de otros hasta lograr los suficientes para formar un gobierno. Estos dos batacazos seguidos no han animado a ninguno de los fracasados a irse para casa. Si no cambian los líderes, no cambian sus planes ni van a cambiar sus programas lo que se pide es que el electorado cambie su voto. Pues que sea ya. ¿O los mismos que proponen hacer media campaña en tiempo y dinero dirán que no se puede hacer ninguna campaña? Desde diciembre no nos hemos apeado de la campaña y para votar lo de antes o lo nuevo no hace falta que los mismos nos vuelvan a decir lo mismo. Alguien cambiará su intención después de esta campaña electoral oficiosa que ha tenido más sinceridad y riesgo que una oficial. ¡A votar el primer domingo que toque!
Dicen que las campañas cansan a la gente y que los propios políticos terminan agotados pero nunca se ahorran un día ni un euro y todo porque no hay ninguna empresa que haga los cálculos de hablar de más o de salir más de la cuenta. Salvo en la música y en la mafia, nadie da valor al silencio. Di por hecho que no habría acuerdo poselectoral, lo escribí en enero y me cuidé de hacerles perder el tiempo con este asunto, haciéndoselo perder con otros. No sólo nadie me ha pagado eso sino que, mientras tanto, los tertulianos que seguían el proceso como si lo creyeran se han forrado a cobrar por decir "no suma" y por equivocarse. Acepto no ganar más dinero pero quiero ahorrar más tiempo. ¡A votar!
