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Medio ambiente

Cartografiando los sonidos marinos

El ruido causado por el hombre en los océanos no ha dejado de aumentar en el último siglo - Una investigación quiere evaluar sus consecuencias

Las prospecciones en Balears son fuente de contaminación acústica marina

¿Se ha tumbado alguna vez en el agua con los oídos sumergidos? En el mar, en la piscina o en la bañera los sonidos captados por nuestros oídos se difuminan. El oído humano, en efecto, no está adaptado al medio acuático. En este ambiente ajeno a él los sonidos llegan amortiguados, de ahí la sensación de intenso bienestar que experimentamos. Y los animales marinos, por su parte, qué perciben? Su aparato auditivo, al contrario del nuestro, está adaptado al medio en el que se desenvuelven.

En el último siglo los mares y océanos han experimentado un crecimiento espectacular del ruido causado por el hombre. ¿Cómo afecta la polución sonora de origen humano al medio marino? ¿Qué impacto tiene en particular sobre los cetáceos que necesitan comunicarse para cazar en grupo, delimitar sus territorios o incluso entrar en contacto a distancia con un compañero? ¿Es cierto que afecta gravemente a sus facultades auditivas?

20.000 sonidos bajo el mar es el único proyecto español en la expedición Ocean Mapping, organizada en el marco del 500 aniversario del viaje que emprendió Fernando de Magallanes por el Pacífico para encontrar nuevas rutas marítimas. The Ocean Mapping Expedition incluye un conjunto de programas científicos, socioeducativos y culturales con un espíritu multidisciplinario a fin de investigar el impacto humano en los océanos. Hoy, día 12 de abril, el velero suizo Fleur de Passion inicia la vuelta al mundo a vela durante cuatro años para observar, comprender y cartografiar el estado de los océanos a través de los proyectos de investigación que se desarrollarán. La iniciativa ha sido impulsada por Foundation Pacifique, una organización sin ánimo de lucro de Ginebra centrada en proyectos de desarrollo sostenible.

20.000 sonidos bajo el mar es un programa científico sin precedentes que realizará el mapa interno de la contaminación sonora en los océanos. "Por primera vez, un barco estará permanentemente equipado con sensores de última tecnología que permitirán realizar una cartografía oceánica acústica a una escala, hasta hoy, jamás realizada", afirma el investigador Michel André, director del Laboratorio de Aplicaciones Bioacústicas de la Unviersitat Politècnica de Catalunya (UPC).

El sistema de hidrófonos de 20.000 sonidos bajo el mar detectará y clasificará automáticamente todos los sonidos de origen humano o naturales, a lo largo del recorrido del velero Fleur de Passion por todo el mundo. Se trata de un dispositivo innovador que integra tecnología de Internet, lo que permite el control a distancia de forma que la tripulación a bordo sólo tendrá que introducir los hidrófonos en el agua y los investigadores de la UPC podrán activar y manipular los equipamientos de recogida y transmisión de datos desde el laboratorio. El sistema, además, enviará, en tiempo real, los sonidos y las imágenes captadas con cámaras submarinas instaladas en los hidrófonos, a los investigadores, vinculado a la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) en el Campus de la UPC en esta localidad. Las imágenes y sonidos, tanto en directo como registrados, se publicarán directamente en la web de la expedición y serán de acceso público.

Equilibrio acústico

El medio marino está lleno de sonidos naturales pero el crecimiento constante de ruidos de origen humano ha contribuido al aumento del nivel actual del sonido en los océanos. El grado en que estos sonidos impactan y afectan al medio ambiente y la vida marina es de gran preocupación para la comunidad científica y la sociedad en general. "Se analizará el flujo continuo de datos acústicos para comprender los desafíos a los que se enfrentan hoy los océanos y ayudará a la comunidad científica, así como a las autoridades públicas, a promover prácticas más responsables", afirma Michel André.

El ruido causado por la acción humana no deja de crecer. LLUÍS AMENGUAL

El proyecto de la UPC deberá de establecer una base científica que permita no sólo monitorizar los organismos marinos y la dinámica de las poblaciones sino, a la vez, observar y verificar los efectos de los sonidos de origen humano sobre el equilibrio vital de los organismos marinos en una escala geográfica y temporal nunca antes alcanzada La información acústica que se tomará a lo largo de los cuatro años de expedición permitirá identificar posibles conflictos de intereses entre las diferentes fuentes humanas de ruidos y proponer a las partes implicadas soluciones destinadas a asegurar que los océanos recuperen un equilibrio acústico entre ruidos naturales y silencios.

Cetáceos como bioindicadores

El proyecto estudiará, particularmente, el impacto en los cetáceos ya que estos animales dependen de los sonidos para comunicarse, cazar en grupos, relacionarse o delimitar sus territorios. Se sabe que el smog sound dificulta la comunicación, pero, ¿cómo exactamente? La expedición buscará dar respuestas a estas preguntas. El equipo de investigadores de la UPC, dirigidos por Michel André, ya ha demostrado en estudios anteriores que los cetáceos y otros animales marinos como los cefalópodos pueden sufrir graves lesiones auditivas causadas por la exposición continuada a niveles de sonido de baja frecuencia. Estas especies utilizan el sentido del oído para orientarse, cazar, relacionarse, etc., por ello, el ritmo vital de los animales así como el equilibrio de la cadena alimentaria en general, se puede ver alterado con el futuro panorama de aumento constante de sonido en el mar. Los cetáceos juegan un papel esencial en el equilibrio de los océanos, por lo tanto, si esta especie es amenazada por la actividad humana, se puede desequilibrar toda la cadena alimentaria.

The Ocean Mapping Expedition

Hace 500 años, el navegante portugués Fernando de Magallanes se lanzó en una expedición, en nombre de la corona española, para encontrar una ruta marítima desde el oeste, hacia el que entonces se denominaban las islas de las Especias. Esta aventura daría lugar al descubrimiento de un pasaje que lleva su nombre, justo al sur del continente americano, y de un océano mucho mayor y mucho menos tranquilo de lo que se creía, aunque fuera bautizado por él mismo como "Pacífico". Pero, sobre todo, la expedición de Magallanes permitiría llevar a cabo la primera vuelta al mundo nunca antes realizada y revelaría un mundo mucho más vasto de lo que se pensaba en aquella época.

El Fleur de Passion, el buque de la Marina alemana construido en 1941 y en la actualidad desarmado y que es el velero más grande de bandera Suiza, parte hoy desde Sevilla, en una gira mundial de cuatro años. Junto con 20.000 sonidos bajo el mar, a bordo de la expedición The Ocean Mapping, se desarrollarán otros tres proyectos científicos, socioeducativos y culturales: Micromégas, Jóvenes en el mar y En el espejo de Magallanes. La expedición tiene como objetivo contribuir a un mejor conocimiento y una mayor toma de conciencia de los problemas que representa el impacto humano en este medio.

"Se trata de revivir el espíritu de las grandes exploraciones y los grandes descubrimientos de los últimos siglos que siguen alimentando nuestra imaginación", afirma Pietro Godenzi, presidente y miembro fundador de la Fondation Pacifique. "Pero sin hacer una representación fantasiosa e idealizada. No se trata de querer reproducir un capítulo de la historia humana del pasado", añade Godenzi.

Sobre la Fondation Pacifique

La Fondation Pacifique es una organización suiza sin ánimo de lucro, con sede en Ginebra que organiza y desarrolla expediciones temáticas que combinan programas de investigación científica con proyectos culturales, socioeducativos y de sensibilización sobre el medio ambiente. Todo ello a bordo de su velero, el Fleur de Passion, de 33 metros de eslora. La Fundación contribuye así en el conocimiento del impacto de los seres humanos sobre el medio marino y reflexiona sobre el lugar que ocupamos en el mar. Con este propósito, sus expediciones se desarrollan bajo un espíritu multidisciplinar en el que se anima a compartir experiencias acompañadas de acciones dirigidas al gran público, principalmente durante las escalas.

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