Hay alteraciones psiquiátricas que se caracterizan porque el que las padece carece de empatía. No se pone en el lugar de nadie, vamos. Entiende poco a los demás. Bueno, pues eso es lo que me pasa a mí: veo al tontorrón de Rajoy y a la sobradilla de Soraya dando lecciones jurídicas a troche y a moche, y defendiendo la santa unidad de España, y mi reflexión es que esos dos no tienen nada que ver con lo que me pasa a mí normalmente por la cabeza; veo a las hordas de apasionados catalanes con la banderita a cuestas y las lágrimas en el ojito porque se emocionan al votar, y pienso que se han vuelto locos, con la de cosas interesantes que tiene la vida ajenas a las puñeteras patrias.

Espero que este asunto no se tuerza, pero sobre todo que no molesten mucho.