Obra: No te´n riguis de Rimbaud.

Dramaturgia: Carme Planells y Pere Fullana.

Dirección: Pere Fullana. Intérpretes: Caterina Alorda, Joan Bauçà y Agustí Aguiló. Escenografía: Jordi Banal. Vestuario: Antònia Fuster. Iluminación: Miquel Fullana. Música original: Miquel Àngel Aguiló. Escenario: Teatre del Mar.

En el texto de Pere Fullana incluido en el programa de mano de No te´n riguis de Rimbaud, ya se apuntan dos cuestiones que debe afrontar este montaje, una aproximación a la vida y obra del poeta francés, en clave de cabaret, a cargo de dos únicos intérpretes y un pianista (excelentes, por cierto). Primera: que la literatura renovadora y la biografía tremenda de Rimbaud son muy difíciles de encajar con la atmósfera del café cantante. Segunda: que, por su misma naturaleza y duración, la pieza debe ajustarse a unos cuantos apuntes, de todo el universo rimbaudiano.

Pasa más o menos algo similar en casi todos los espectáculos en los que se pretende contarnos la obra y vida de un creador. Es uno de los tipos de propuesta más complicados, y Pere Fullana e Iguana Teatre (¡enhorabuena, por ese cuarto de siglo a punto de cumplirse!) demuestran, una vez más, su valentía, su inquietud y su inconformismo al atreverse con reto semejante. Uno corre el riesgo de caer en la hagiografía, o bien de construir "su" Rimbaud (en este caso), y resulta arduo hallar el equilibrio. No te´n riguis de Rimbaud es una función entretenida, agradable, bien facturada y con bastantes hallazgos brillantes (la pierna amputada, las almas de la Comuna, la escena de guiñol, la caracterización de la madre…), pero Iguana nos ha "mal acostumbrado", queríamos más todavía.

Caterina Alorda y Joan Bauçà son dos intérpretes espléndidos y quizás su complicidad con el pianista Agustí Aguiló hubiera podido extenderse. Llenazo, el sábado, en el Teatre del Mar, con ovaciones prolongadas de los espectadores.