La Unión Europea instó al resto de actores internacionales a que hagan un esfuerzo para lograr un acuerdo vinculante y completo en Copenhague, que incluya compromisos específicos de reducción de emisiones y cifras concretas de financiación a países en desarrollo.

"Pedimos que exista un acuerdo jurídicamente vinculante", afirmó la ministra de Medio Ambiente, Elena Espinosa, al término del encuentro con sus homólogos europeos para preparar la cumbre de la ONU de Copenhague, que se celebra del 7 al 18 de diciembre.

Por su parte, el ministro sueco de Medio Ambiente, Andreas Calgren, señaló que los países en desarrollo, sobre todo las economías más avanzadas, también deben comprometerse a adoptar medidas medioambientales para limitar el crecimiento de sus emisiones.

Para motivarles, la UE propone usar como "palanca" la concesión de una financiación pública internacional adelantada para el período 2010-2012 de entre 5.000 y 7.000 millones de euros anuales (de entre 7.490 y 10.485 millones de dólares anuales), a la que tampoco ha precisado cuánto aportará.

Los Veintisiete defienden crear un sistema de financiación a largo plazo para ayudar a los países más pobres que son los más azotados por las consecuencias de un cambio climático que provocó el mundo industrializado, así como un mecanismo de revisión de los compromisos para ir adaptando las necesidades a los hallazgos científicos.

La UE también confía en que Copenhague permita acordar acciones para reducir la deforestación en Estados en desarrollo y que se llegue a un acuerdo sobre las emisiones de sectores como la aviación o el transporte marítimo.

Otra de las estrategias que el bloque europeo usará como impulsora de las negociaciones es su promesa de elevar su objetivo de reducción de emisiones contaminantes del 20 al 30% (en 2020 respecto a los niveles de 1990). "Estamos muy cerca del 30%", adelantó Calgren, y añadió que, para conseguirlo, necesitan ver esfuerzos comparables de países con importantes emisiones como China o Estados Unidos.

Al respecto y en materia de financiación, el responsable de la ONU sobre cambio climático, Yvo de Boer, pidió a la UE "claridad" y qué concrete qué condiciones considera necesarias para aceptar llegar hasta el 30%, algo que, tras la cita de este lunes y, no parece que vaya a quedar claro antes de que empiece la cumbre de Copenhague.

El comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas, insistió en que el acuerdo de Copenhague debe ser un "texto legalmente vinculante y completo" que recoja los elementos mencionados en la hoja de ruta que se fijó en la reunión de Bali el año pasado, así como un calendario para la transposición del acuerdo al lenguaje legal.

La próxima cita en la que se espera nuevos avances en los compromisos europeos es la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE del 10 y 11 de diciembre, durante la segunda semana de reuniones en Copenhague.

Obama no confirma su presencia

En la capital danesa se darán cita más de 60 jefes de Estado y Gobierno de todo el mundo, según anunció este lunesel primer ministro danés, Lars Løkke Rasmussen.

Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aún no ha confirmado su presencia Conpenhague, adonde dijo que acudiría si ello contribuye a que se alcance un buen resultado en la reunión.

También está abierta aún la asistencia a la cumbre climática de los máximos mandatarios de China y la India, países que son considerados clave en la lucha contra el calentamiento global del planeta.

La presencia de Obama y los líderes de las más importantes naciones emergentes en la cumbre de Copenhague se considera crucial para que se logren avances en la lucha contra el calentamiento del planeta.