La directora general de Menores y Familia del Govern balear, Francesca Vanrell, ha asegurado hoy que en el 47% de las rupturas de parejas -en casi una de cada dos- está presente algún tipo de violencia, que "normalmente" suele ser de género y contra la mujer.

Baleares, con un índice de 3,7 por cada 1.000 habitantes, es una de las comunidades con mayor número de separaciones, por encima de la media estatal del 3,01.

Vanrell ha hecho estas declaraciones en el II Congreso Estatal sobre la Defensa de los Menores en las Crisis de Pareja que acoge hoy y mañana la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y reúne como ponentes a catedráticos, doctores y profesores de varias universidades españolas.

Los adultos que están alrededor de los niños -padres, familiares, profesores o personal sanitario- deben estar "muy atentos" a esta problemática en las separaciones, que siempre se debe denunciar, ha subrayado la directora general.

La ruptura de la pareja -ha dicho Vanrell- supone un duelo y una pérdida de la imagen idílica que se tiene de la familia, lo que puede influir de manera negativa en los niños si no se produce en un clima de diálogo y comprensión entre los padres y con los hijos.

En el caso del maltrato contra las mujeres se ha "casi conseguido" que salga a la luz, lo que no ocurre con los niños, sobre todo porque el propio menor no es consciente de la agresión que está padeciendo, ha manifestado la directora general.

Mientras tanto, el director de la Oficina de Defensa de los Derechos del Menor de Baleares, Antoni Bennàssar, ha defendido que es una obligación de la madre y del padre que sus hijos se sientan "valorados, escuchados, seguros, respetados, estimulados y con libertad y confianza para manifestar sus sentimientos a sus progenitores", que deben interesarse por sus asuntos.

Bennàsar ha hecho hincapié en que en cualquier ruptura la "obligación" de los padres es "pensar" en el bien del menor y "no de ellos" porque los niños son siempre la parte más débil. "A veces los padres no actúan de manera correcta y los pequeños se sienten utilizados", ha lamentado Bennàssar.

Los niños de entre 0 y 12 años suelen percibir de manera más suave cualquier separación porque no son conscientes de lo que pasa. Por el contrario, es mucho más traumática cuando son adolescentes ya que los muchachos viven un momento de cambio y de búsqueda de su propia identidad, ha comentado el director de la Oficina del Menor.

Mientras tanto, Vanrell ha advertido de que si los niños padecen o son testigos de cualquier tipo de violencia, verbal o física, cuando sean mayores probablemente desarrollarán comportamientos del mismo cariz, además de sufrir en la infancia graves problemas psicológicos, mentales y sociales.

Baleares contará en cuestión de días con un protocolo de actuación para detectar casos de maltrato infantil y de abusos sexuales, para lo cual se creará un registro que fiscalizará situaciones de violencia y cualquier "signo de alarma" que evidencie algún tipo de agresión, "por muy leve que sea".

El Govern balear y los consells insulars llevan trabajando en este protocolo año y medio y el mismo prevé la puesta en marcha de unidades de tratamiento y valoración que perseguirán el maltrato infantil o los abusos sexuales, y para que los mismos no sean "invisibles" y pasen desapercibidos, como ocurre en numerosas ocasiones.

Este protocolo fue aprobado ayer por el Govern y los cuatro consells insulars de Baleares y será aplicado de manera conjunta y "eficaz" por todas las instituciones públicas y desde todos los ámbitos -sanitario, educativo, judicial y social-.

Al congreso asisten trabajadores sociales, psicólogos, policías -nacional y local-, guardias civiles, abogados y profesionales sanitarios. El primer bloque temático analiza la violencia de género y el segundo, los nuevos modelos de familia.