Las familias españolas con personas dependientes a su cargo "suspenden" al Sistema de Atención a la Dependencia (SAAD) porque consideran que genera "expectativas incumplidas" entre el colectivo y sus familias, según se desprende del estudio Ayudas a la Dependencia en España. Situación Actual de la Fundación Caser, que refleja la disconformidad social respecto a la aplicación de la Ley. Los datos obtenidos se basan en la realización de 2.300 encuestas, entre población dependiente y no dependiente, para descubrir la opinión de ambos colectivos acerca de la gestión de las administraciones y del grado de atención que perciben estas personas. La puntuación "más baja" recae en Murcia y Balears, que reciben un 5,6; un 4,2 y un 3,3 respectivamente, cuando los que valoran son personas dependientes.

"Hemos constatado que la realidad no es propicia para estas personas", criticó el director gerente de la fundación, Juan Sitges, durante la presentación del informe. En este sentido, explicó que sólo el 26% de este sector de la población "recibe actualmente las ayudas del SAAD", a pesar de que una de cada tres familias españolas se ve obligada a requerirlas.

"Nos sorprende que el servicio que menos colaboración recibe de la Administración sea la ayuda domiciliaria, cuando es la más demandada", apuntó. A su juicio, la falta de cobertura que ofrece el Estado "explica el escaso nivel de satisfacción de los ciudadanos que en su mayoría opinan que, aunque el sistema avanza, todavía falta mucho tiempo para su implantación real".