Sobre un escenario vacío, Héctor Alterio desnudó ayer los versos de León Felipe y, con ellos, la vida, dudas, angustias, simpatías y antipatías de un "poeta maldito, venerado y olvidado, genial, contradictorio, cargado y desbordado de metáforas, libre, generoso" y "enterrado en México, donde se le venera y recuerda más que en su propia tierra, aquí, en España".

Como hace 3.000 años es el título del espectáculo que le trajo al Teatre Principal de Palma, abarrotado y con acento argentino; la excusa que sirvió al célebre actor, empujado hacia España por la necesidad de exiliarse, para demostrar que todo y nada ha cambiado. Para volver a los tiempos en los que, como versaba Antonio Esteban Agüero, Homero recitaba "y la gente/–marineros, campesinos, soldados–/disputaba lugares para oírle".

Acompañado a la guitarra por el músico y compositor José Luis Merlín, con quien presume de "entendimiento natural" gracias a una relación "sumamente antigua", y quien deleitó al respetable con infinidad de solos, Alterio interpretó –se niega a recitar, prefiere el juego de dar vida a quien no es– las desdichas de "don Felipe", a quien tuvo ocasión de conocer y que participó en la vida del poeta argentino "de forma casi fundamental", comenzando por Escuela.

"He dormido en el estiércol de las cuadras,/en los bancos municipales,/he recostado mi cabeza en la soga de los mendigos/y me ha dado limosna –Dios se lo pague–/una prostituta callejera", se lamentó anoche León Felipe en boca de Héctor Alterio, vital aun a punto de cumplir las ocho décadas.

La actuación se enmarcó en los festejos de la Diada de Mallorca, y contó con la asistencia de la presidenta del Consell, Francina Armengol; así como de la vicepresidenta y titular de Cultura y Patrimonio, Joana Lluïsa Mascaró; y del responsable insular de Relaciones Ciudadanas, Bartomeu Aguilar.

"Queremos enriquecer la Diada de Mallorca con el punto de vista de los recién llegados, convertirla en la Diada de todos los que viven a la isla y contar con ellos para aprender cosas de su cultura que nos ayuden a enriquecer la nuestra", expuso Armengol, que tuvo ocasión de encontrarse antes del singular concierto con los responsables del Casal Argentino de les Illes Balears y de la Federación de Asociaciones Argentinas del archipiélago.