El cadáver de Michael Jackson fue enterrado ayer en el cementerio Forest Lawn de Glendale, en el condado de Los Ángeles, tras una ceremonia privada en la que estuvo presente la familia del ´rey del pop´ y amigos íntimos como Elizabeth Taylor o Macaulay Culkin.

Cerca de dos centenares de allegados dieron su último adiós en un acto al aire libre que contó con la actuación de Gladys Knight, cantante que conocía a Jackson desde que era un niño.

El féretro bañado en oro, que ya se exhibió en el funeral público celebrado el 7 de julio en Los Ángeles, presidió el sepelio rodeado de flores y flanqueado por dos cuadros con su imagen.

La familia de Jackson, con sus padres Joe y Katherine a la cabeza, ocuparon la primera fila de asientos, donde también estuvieron los hermanos del cantante y sus tres hijos, Prince Michael, Paris y Prince Michael II, apodado ´Blanket´.

Elizabeth Taylor y Macaulay Culkin fueron dos de las celebridades que acudieron a la ceremonia, en la que, según la prensa, también se convocó a Diana Ross, Corey Feldman, Brooke Shields, Lisa Marie Presley, Mila Kunis, Chris Tucker y Steve Wonder.

Todos ellos recibieron una invitación de nueve páginas con fotos de la vida del ´rey del pop´ así como algunas de sus reflexiones.

"Si entras en este mundo sabiendo que eres querido y lo abandonas sabiendo lo mismo, entonces todo lo que ocurre en el medio es algo con lo que se puede lidiar", una cita incluida en ese documento y que escribió el cantante en un libro de poemas en 1992, Dancing the Dream.

Durante el sepelio, que arrancó con más de una hora y media de retraso y se prolongó durante más de 60 minutos, se ofreció a los asistentes la posibilidad de compartir sus recuerdos y sentimientos sobre Michael Jackson, según informaron los medios estadounidenses.

El interés de la familia por celebrar el evento en privado y las fuertes medidas de seguridad desalentaron a los seguidores que apenas se congregaron en el exterior del cementerio.