"Sin filtros ni mesura, poco delicado". A Alex O´Dogherty (San Fernando, 1973) le ha tocado bailar con el más testarudo de Arte. Con el "más intransigente" de los protagonistas, un trío que observa culpable como su camaradería se desmorona a golpe de recelo y arte postmoderno. Acostumbrado a "imponer su punto de vista" , su impulsivo y obcecado álter ego paseará su inflexibilidad por el Auditòrium palmesano a partir del día 25. Luis Merlo e Iñaki Miramón le darán la replica, las piezas que completan el puzzle sobre lo frágil de la amistad imaginado para el teatro por Yasmina Reza.

"Más humanidad". Es el matiz que "dicen" diferencia este nuevo montaje del que ya pasearan por España Josep Maria Flotats y los argentinos capitaneados por Ricardo Darín. Dirigida ahora por Eduardo Recabarren, la "minimalista" función aleja a O´Dogherty del mediático Arturo Cañas de Cámera Café; aunque ambos comparten "fuerte carácter" "Para nada se parecen", apunta cansado. "Cañas es más frío, más samurai".

"Una contención importante". Así resume este saleroso gaditano de ascendencia irlandesa lo que más le exige el papel sobre el escenario. Además, confiesa, algunas frases del guión se le atragantan, a pesar de las ochenta funciones acumuladas. "Me cuestan algunas cosas, las más fuertes, que yo jamás podría decir a nadie conocido". Con todo, O´Dogherty señala al timorato personaje al que de vida Merlo como el que "propicia toda la bronca". "Los cobardes por no querer molestar a veces hacen más daño", apunta, un suceso que sabe extrapolable al mundo real.

"Hay grandes momentos de tenso silencio". La obra, que convida reincidente a la carcajada, deja el amargo poso intrínseco a la amistad que se desgasta. " La obra es la vida misma, poco o nada exagerada", confirma. Un escaparate de los "prejuicios" que envenenan las relaciones, también localizados entre el espectador español que no respalda a su cine. "El teatro se viene llenando, las series funcionan bien. Con el cine es diferente".

El "cincuenta por ciento actor" de Alex O´Dogherty viene inhabilitando a su "cincuenta por ciento músico"; cofundador de La Banda de la María en 1997. Aún así, no se olvida de su guitarra, que pasea por todo para alegrarse los bolos teatreros. A la espera de recuperar parte del centenar de conciertos que ya no da, seguirá reprochando, sobre el escenario, a su buen amigo Miramón que se haya comprado un cuadro tan caro y tan blanco. Soportando la incapacidad de Merlo "para decir lo que piensa".

´Arte´.

Auditòrium de Palma. Sala Magna. Del 25

al 29 de diciembre. Entradas: 30 euros.