Es verano, pero son pocos los que se animan a saborear la noche de un miércoles. Si te topas con Kaelum Music Club es porque te has adentrado en el ambiente del Paseo Marítimo. En el local, los jueves hay música en directo; los viernes y sábados, la cola para encontrar un hueco en las dos plantas del club es similar a la de unas quinceañeras aguardando ver su grupo favorito. En esta ocasión, no hay niñas ni banda, sino el anuncio de la Afterwork Party. Esperan un público principalmente alemán que aún tardará en llegar. Mientras, ¿qué tal si probamos con un poco de música en vivo?

? Los bares de sa Llonja sí están completos. El Jazz Voyeur Club nos atrae con el sonido de un guitarra, un bajo y un batería. "Son tres, pero tocan como diez", cuenta Nacho. Copas de cava en manos de extranjeros, cervezas y cubatas en las de los locales. Todos parecen disfrutar de la perfecta combinación entre el blues y el rock del conjunto Jay Kaye.

? Las butacas de piel del Jazz Voyeur contrastan con los taburetes del Blues Ville. Aquí, en lugar de zapatos y tacones, se dejan entrever algunas chanclas. Sin embargo, cuando Edward Wade & Co. sale al escenario, los presentes también caen en las redes de su blues, con cierto aire latino.

? La madrugada ya se apoderó del Kaelum. Un público más exigente descansa en los cómodos sofás de piel. Los suecos Timmy, Isabell y Martin preferirían compartir la noche con más turistas. A su lado, Tatiana y Eduardo difieren: "Nos gusta que no haya mucha gente". Suena música disco y un grupo de personas aguarda en la puerta. La noche aún es joven.