Los reincidentes excesos acometidos durante un cuarto de siglo no le han pasado factura a Johnny Roqueta. El tóxico y taciturno rocker, concebido en 1981 por el lápiz de Rafel Vaquer, sobrevive intacto al XXI. Más estilizado que nunca. Sin evidencias de panxeta litronera y conservando impoluto su tupé, una certeza tangible, una bandera obligatoria, de la que ya no puede presumir su creador.

Sus veinticinco años ilustrando la historieta patria (Cul de Sac, El Jueves, El País...) no es un mérito alcanzable por todos los antihéroes del papel, muchos caídos por el camino. La efemérides invita al reconocimiento. Y a tal efecto Ses Voltes inaugura hoy (20.00 horas) una potente retrospectiva comisariada por Joan Reig. Una regresión ilustrada con material original del dibujante y un plus en forma de sesenta y tres regalos de cumpleaños. Otros tantos creadores, "colegas", han retratado al personaje del mallorquín con libertad absoluta. Comenzando por el logotipo conmemorativo, ideado desde el estudio de Juan Rosselló. También presentes, los dibujos de Max, Guillem March, Pere Joan, Tomeu Morey, Miguelanxo Prado o Idígoras y Patxi; la poesía visual de Isidro Ferrer; el collage de Canizales, o la fotografía de Marta Blasco. Tanto tiempo pa esto, nombre poco azaroso, se podrá visitar hasta finales de agosto. Después Menorca, Eivissa, Barcelona y Ávila.

Vaquer, "impresionado y emocionado" ante tal muestra de gratitud, corroboró ayer aquello de que "los viejos roqueros nunca mueren; aunque llega un día en el que ya no pueden peinarse". Aseguró que la relación con su creación, "familiar, de amor-odio", no ha resultado siempre fácil, pero que se ha visto incapaz de finiquitarla, a pesar de haber vivido "momentos de crisis". "El punyetero continúa vivo", se lamentó con ironía. Y todo parece indicar que Roqueta seguirá con su premeditada nocturnidad, paseamdo su Bultaco, algunos años más.

Poco amigo de la nostalgia, "el pasado pasado está", Vaquer reconoció que la mirada acometida a sus tiempos mozos para rescatar sus originales le ha descubierto un Roqueta antaño más libre. "La forma de ser, el sentido del humor y nuestros lugares comunes antes eran más permivisivos. Ahora se pueden decir las mismas cosas, pero de una manera menos directa". Asumida pues la "autocensura", reivindicó que todavía hay un hueco para su Johnny: "se puede seguir haciendo daño". Aunque sea menos malote.

´johnny roqueta: tanto tiempo pa esto´

Ses Voltes. Del 10 de julio a finales de agosto. Catálogo (291 pp.) a la venta en el Casal Solleric.