Desde que hace treinta años naciera en el Reino Unido Louise Brown, el primer bebé concebido por fecundación in vitro, se calcula que en todo el mundo han nacido más de tres millones de niños mediante este método, según datos facilitados hoy por la Sociedad Europea de Embriología y Reproducción Humana (ESHRE).

Se estima que una de cada seis parejas en todo el planeta sufre algún tipo de problema de fertilidad, una disfunción que afecta de igual manera a hombres y mujeres por causas fisiológicas, si bien en un 10 o un 20% de los casos no se logra identificar la causa.

En cualquier caso, la mayor parte de los tratamientos de reproducción asistida se practican en mujeres de edades comprendidas entre los 30 y los 39 años, muchas de ellas solteras, siendo Europa el continente líder en este tipo de intervenciones.

De hecho, alrededor de la mitad de los ciclos o tratamientos realizados en todo el mundo se iniciaron en cinco países: Estados Unidos (130.000), Francia (71.278), Alemania (53.378), el Reino Unido (41.911) y España (41.680).

En Europa, concretamente, sólo en 2005, se efectuaron 419.037 ciclos de reproducción asistida, lo que supone un 14% más que en 2004, cuando se contabilizaron 367.056 tratamientos.

Tal es la prevalencia de la aplicación de técnicas de reproducción asistida que se estima que aproximadamente el 2% de todos los niños nacidos en Europa son concebidos mediante fecundación in vitro.

Así, por ejemplo, estos procedimientos ya suponen el 4,2% de los bebés nacidos en Dinamarca, el 3,4% en Eslovenia, el 2,9% en Finlandia, el 2,8% en Noruega, el 2,4% en Bélgica, el 2% en Islandia, el 1,7% en Francia o el 1,6% en el Reino Unido o Alemania, según los datos recopilados por la ESHRE.

Precisamente, los expertos que participan en este congreso, que concluye hoy en Barcelona, han alertado del uso "excesivo" que se está haciendo en muchos países europeos, principalmente en España, de un tipo de técnica de reproducción asistida denominada inyección intracitoplasmática de espermatozoides (IICE).

Esta técnica comenzó a desarrollarse en 1992 como un modo de tratar la infertilidad causada por una tasa baja de recuento de esperma o por esperma con baja movilidad y consiste en inyectar directamente el líquido seminal en el óvulo, asegurando así la fecundación.

En 2005 se realizaron 203.329 tratamientos de IICE en Europa, prácticamente el doble que de fecundación in vitro (FIV), que fue de 118.074 ese mismo año.

El doctor Ander Nyboe Andersen, director del consorcio europeo de monitorización de la FIV, ha explicado que más de la mitad de estos tratamientos se aplican a parejas que no tienen un diagnóstico de infertilidad masculina grave o a las que se les ha diagnosticado causas mixtas de infertilidad.

"No es cierto que realizar una IICE ofrezca una tasa mayor de embarazos por transferencia de embrión que el FIV", ha señalado Nyboe Andersen, que ha subrayado que este procedimiento es más complicado que la fecundación in vitro y, además, resulta más caro.

Lo cierto es que los países nórdicos emplean poco la técnica de inyección intracitoplasmática de espermatozoides (entre un 40 y un 44% de los casos), aunque en los países del sur de Europa, como Grecia, Italia o España, las tasas de aplicación rondan el 60 u 80%.

El profesor Nyboe Andersen ha comentado que una posible explicación del aumento de la IICE puede ser que los médicos se sienten presionados a demostrarles a las parejas que han probado todos los métodos disponibles, incluso los más avanzados, para lograr el embarazo.

"Es comprensible, pero excepto en casos de infertilidad con factor masculino, la IICE es complicada y más cara", ha remarcado el científico danés.