Compositor, arreglista, pianista y saxofonista, un músico completo que juega con todos los estilos musicales, desde el jazz al rock pasando por el funk, el soul o la étnica, y que gusta de tocar tanto en clubes como en grandes estadios. Es Pee Wee Ellis, el hombre que definió el sonido de James Brown. En su última actuación en Mallorca estuvo a las órdenes de Van Morrison. Ayer lo hizo al frente de su propia banda, en la sala Assaig, para rendir homenaje al Padrino del Soul y revisar algunos de sus temas más conocidos con motivo de una nueva entrega del Jazz Voyeur Festival.

"James Brown, como Van Morrison, también era un tipo muy duro, bravo y exigente. Quizá el irlandés sea más tímido y con un carácter más variable", contestó ayer entre risas este músico afroamericano nacido en Bradenton, Florida, hace 67 años.

Pee Wee Ellis se formó musicalmente en Texas y en 1955 se trasladó a Nueva York con su familia, donde se relacionó con músicos de jazz como Ron Carter o Sonny Rollins, "mi primera gran influencia", confiesa. "Era un saxofonista enorme. Me enseñó muchísimo y todavía le oigo a menudo".

Una llamada de su íntimo amigo Wayman Reed para unirse a la banda de James Brown, en aquellos momentos, mediados de los 60, la banda más caliente y aplaudida del circuito de rhythm&blues, fue decisiva en su carrera. "Brown me enseñó a hacer las cosas sencillas y a saber sentir la buena música; y yo le enseñé a él a confiar en la gente y en la música que le produje", recuerda un hombre que marcó "una diferencia en la obra" de Mr. Dynamite.

Tocando el saxo alto y el órgano, Pee Wee se convirtió en un instrumento indispensable para James Brown. El de Florida era el encargado de los arreglos de las canciones de Brown, quien escribía las letras. Suyos fueron los arreglos de temas como Let Yourself Go o Cold Sweat, un éxito multimillonario en 1967 que "todavía me sigue dando dinero", reconoce. Aquella canción catapultaría a James Brown poniéndolo en el centro de la revolución funk.

Dos años después se instaló en Nueva York para alejarse "del funk y acercarme al jazz de la Gran Manzana", el que practicaban músicos como Brother Jack McDuff, Leon Thomas o The Blue Magoos. Tras girar con Fred Wesley y Maceo Parker con The JB Horns -"una experiencia maravillosa", recuerda-, viajó hasta el Reino Unido para trabajar con el contrabajista Cachaíto y empaparse de la música étnica. "Siempre me ha interesado la búsqueda de nuevos sonidos, algo que me mantiene fresco", asegura.

Fruto de esa apuesta por la exploración, Pee Wee Ellis ya trabaja en el que será su siguiente proyecto, "un tributo africano a James Brown" en forma de conciertos especiales en los que participarán, además de sus compañeros de The JB Horns, músicos contemporáneos de jazz y funk, y como invitados especiales, músicos africanos tales como la estrella de Senegal Cheikh Lô, el saxofonista de Camerún Manu Dibango, el pionero de afro-beat Tony Allen, la cantante beninesa Angelique Kidjo, el joven guitarrista maliense Vieux Farka Toure y otros por confirmar. El repertorio incluirá temas como Cold Sweat, Say it Loud, I´m Black and I´m Proud, Gonna Have a Funky Good Time y otros éxitos clásicos de James Brown, además de nuevas canciones compuestas con los artistas africanos y música de sus propios catálogos. La gira incluye España, en concreto Cartagena, Huesca, Sant Feliu de Guixols, Madrid y Soria.

El concierto que Pee Wee Ellis ofreció ayer en la sala Assaig del Polígono Son Castelló estuvo centrado en canciones que arregló para Brown y en otras contenidas en sus últimos trabajos, como Different Rooms. No faltaron los temas más conocidos de su amplia discografía. El repertorio lo interpretaron Jerry Crozier, Christian Elsasser, Lizzie Deane y Laurence Cottle. Como telonera actuó la banda Swing Brasil Trio, formado por Jurandir Santana (guitarra y viola caipira), Marcio Dhiniz (batería) y Vaudí (guitarra, percusión y voz), arropados por el bajista Alexandre Montenegro.