El foto-mosaico, que tenía como tema central la sonrisa infantil, fue registrado hoy en el libro de los récords por una representante del Guinness que se desplazó, con tal propósito, de Londres a la ciudad alemana de Nuremberg, donde se realizó esa obra.

Según la organización, en la producción de este mosaico participaron unas 41.133 empresas y se revelaron cerca de 94.392 carretes de fotos.

Las seleccionadas, entre las que también hay dibujos hechos por niños, se colocaron a mano sobre una panel tendido en el suelo, labor en la que se emplearon casi dos semanas.

El récord de mosaico fotográfico más grande del mundo lo tenía hasta ahora Australia.