Luisa Martín no para de trabajar en un año en el que se le ha podido ver en tres frentes: el cine, con la película Las trece rosas; la televisión, con Desaparecida; y el teatro, con Como abejas atrapadas en la miel, una obra que se representará en el Auditòrium del 25 al 30 de diciembre y que se sustenta en la ambición por el éxito y el triunfo social.

"Llegué a esta obra -estrenada en Broadway hace diez años- a través de mi socio y compañero sentimental, Albert Bori (productor), siempre encargado de indagar y bucear en la cartelera de medio mundo", recuerda Martín, quien reconoce que "de inmediato" se quedó "atrapada por un personaje tan poliédrico como maravilloso". Ella encarna a Alexa Vel Deveraux, una misteriosa mujer, "brillante, encantadora, sencilla, mala y agresora", que infundirá en un joven novelista el veneno de la ambición. "La ambición tiene muy mala prensa, pero es positiva. Yo soy ambiciosa: quiero crear una sociedad diferente a la que estamos construyendo", aclara una mujer que siempre ha dado muestras de compromiso, especialmente con los más desfavorecidos, lo que le ha llevado a colaborar desde 1990 con Médicos sin fronteras.

Contra lo que carga Como abejas en la miel es contra la fama, algo que se ha convertido "en un fin en sí mismo", un mundo que Martín dice conocer "desde dentro" y en el que anida "el engaño y la mentira".

"Más que famosa, prefiero decir que soy popular. Mi carrera se ha construido poco a poco, de un modo lento y escrupuloso, con mucho esfuerzo y paso firme. La fama, tan vacía y fatua, no me interesa", espeta.

La obra tiente tintes de comedia, drama, documental y misterio, y junto a Luisa Martín y Félix Gómez intervienen José Luis Martínez, Ángel Burgos, Ana Trinidad e Inge Martín. Ana Garay es la responsable de la escenografía y Lorenzo Caprile del vestuario.

Luisa Martín es la coproductora de este espectáculo, a pesar de saber que "con el teatro se gana muy poco dinero, pero si te arruinas lo haces con más dignidad que en el bingo". Enemiga de "hacer muchas cosas a la vez", 2007 ha sido una excepción. A su trabajo sobre las tablas hay que unir el de Desaparecida, serie de TVE a la que le acompañan "muy buenas críticas", y su papel en Las trece rosas, película que "me ha brindado múltiples placeres".