Los indígenas de la comunidad de Apango, en el municipio de Mártir de Cuilapan, exigieron la salida del cura Ignacio Muñiz González, con quien mantienen relaciones conflictivas desde hace meses.

La tensión entre los indígenas y el sacerdote explotó esta madrugada después de que el religioso les impidió la entrada a la iglesia, en donde los indígenas celebrarían una misa en honor a San Francisco de Asís, que es el patrono del templo.

La acción de los indígenas fue encabezada por el dirigente municipal del Partido Acción Nacional (PAN), Crisóforo Nava Barrios.

"Pedimos la salida del padre, quien aparte de ser mujeriego y le gusta la bebida, se lucra con la fe, nos explota y hasta nos cobra misas de 5.000 pesos (unos 460 dólares), por eso ya no lo queremos" señaló Nava.

Por su parte, el sacerdote rechazó las acusaciones de los pobladores y dijo que no es un "santo" ya que "no hay hombre perfecto", pero dijo no aceptar ser "el hombre sucio y pecador como ellos lo afirman".