La Terremoto de Alcorcón, "embajadora de la España periférica", ha hecho las Américas. Su fama trasciende fronteras y los escenarios de la ´capital del mundo´ tiemblan como flanes en cuanto los pisa. Nueva York y México se han rendido a su descaro y plagios, que incluyen a Kylie Minogue y Madonna. La "madre de Internet", como a ella le gusta definirse, cuenta su experiencia al otro lado del charco.

-De Alcorcón a Nueva York. ¡Vaya un salto!

-Ya fui allí el año pasado, con la gente del antiguo Studio 54. Mi debut produjo unas colas enormes y un llenazo. En esta ocasión hemos ido a Nacotheque y se ha vuelto a repetir el éxito. La mayoría de público era latino. No hubo muchas sorpresas, porque ya nos conocían, aunque el show de la Terremoto siempre es una sorpresa para mí.

-¿Nueva York es parada obligada?

-Es una ciudad a la que hay que ir una vez al año y más yo, que soy la embajadora de la España periférica. Es la capital de la luz de las bombillas y las tendencias, pero España va muy por delante de Nueva York, en la moda, en el diseño... Nosotras hemos ido a copiar, que es lo nuestro.

-¿Plagiar también es un arte?

-Sí, siempre que se haga con mucho gusto y respeto. Parece fácil, pero hay que darle un toque personal. Aunque nadie se lo crea, nos han llegado a invitar a un congreso dedicado al copyright.

-Les debieron apedrear.

-Fue en Amsterdam, en unas conferencias llamadas Picnic que trataban sobre nuevas tecnologías y derechos de autor en Internet. Nosotros, que somos todo lo opuesto a lo que allí se habló, cerramos el congreso. Salimos con unas cervezas en la mano y defendimos la experiencia de robar a Madonna y vivir de ello. Nos escucharon y se echaron unas risas. En realidad no perjudicamos a nadie, al contrario, ayudamos a relanzar las carreras de gente como Kylie Minogue o Michael Jackson, que está encantado de que le plagiemos su Thriller. Si alguien nos dijera que está molesto porque cogemos una de sus canciones, dejaríamos de cantarla.

-¿Qué ha aprendido de su aventura americana?

-Actuar en México me ha servido para quitarme el miedo a lo nuevo. Tenía cierto temor a no gustar o a que no me entendieran. No sabía cómo iban a reaccionar esos señores vestidos de cowboy a lo que hago yo, con las dos mujeres barbudas que me acompañan. Pero en las seis ciudades en las que estuvimos nos recibieron con los brazos abiertos. Nos entendieron perfectamente y nos han propuesto volver dentro de seis meses, en una gira que incluirá México D.F. y otras grandes ciudades.

-¿Los mexicanos han conquistado su corazón?

-Lo ha hecho el tequila. Acabamos casi en coma. No sé si será por el alcohol, pero a los mexicanos no los vi muy atractivos, más bien chaparritos.

-¿Qué proyectos prepara?

-Estoy preparando una película sobre todo lo vivido en Nueva York y México. El resultado estará entre un culebrón, una road movie y un capítulo de Dinastía.