Las continuas presencias de Helmut Presser en la isla durante los últimos años no son fruto de la casualidad. Mallorca, afirma, es un lugar de paso obligado para todo aquel estudioso interesado en profundizar en el mundo de las orquídeas. "Es lo que hay", asegura.

A sus 49 años, Presser está considerado como uno de los más expertos conocedores europeos de estas flores. "Pero no de las que uno puede comprar en la calle", matiza. Una reconocida eminencia, que ha llegado a serlo sin apenas proponérselo. Profesor de primaria en la pequeña ciudad de Eichstätt -a 100 kilómetros de Munich, en Baviera- Presser (autor del libro Las orquídeas en centroeuropa y los Alpes) ha convertido su pasión por la naturaleza en una especialidad rigurosamente científica. Las orquídeas, sus ´niñas´ favoritas fuera de las aulas le tienen atrapado.

"Sencillamente porque son preciosas", contesta rápido a la pregunta de por qué esta especial debilidad. "Son unas flores muy especiales, y muy sensibles. Para crecer necesitan unas condiciones muy particulares y esto hace que su búsqueda se convierta en una experiencia emocionante". Capricho natural, al igual que el hecho de que las orquídeas -en palabras de Presser- presenten un número de variantes mucho mayor que en cualquier otra familia. Dos antojos de la naturaleza, en definitiva que han sido suficientes para que Helmut Presser haya hecho de un pasatiempo casi una obsesión.

Entre especies, subespecies y variantes existen cerca de 30.000 tipos de orquídeas en el mundo. Presser asegura haberlo leído en alguna parte, aunque recuerda también que "este no es su campo", y que lo suyo es Europa, donde se ha enfrentado cara a cara con cerca de seiscientas, fotografiadas todas para un pormenorizado estudio posterior. "En ocasiones las diferencias entre ellas son muy pequeñas", confirma. "Aprender a distinguirlas puede requerir mucho tiempo".

"Es una gran responsabilidad para Balears", insinúa Presser. Se refiere a la conservación de las treinta y cuatro -"es difícil dar un número exacto"- tipos de orquídeas que se pueden encontrar hoy en las islas. "Hay dos especies en Mallorca que no crecen en ningún otro lugar del mundo, algunas más también en Eivissa y Formentera" ."Hace poco he oído que un compañero acaba de descubrir una nueva en la zona oeste mallorquina", añade.

Presser, permanente sorprendido por las formas que adopta la naturaleza endémica de las Balears, aterrizó hace algunos años en Mallorca con dos objetivos claros . Por un lado, fotografiar "su bonita flora" con la intención de contribuir con ello a su conservación. Por otro, comparar las orquídeas mallorquinas con otras características del área mediterránea. "Hay poca gente capacitada para ello", se lamenta.

A la espera de poder ver algún día publicados sus fotos y estudios en un libro, asegura que seguirá fiel con su cita mallorquina y continuará buscando por la isla. "A finales de invierno, o ya con la primavera. En lugares no excesivamente secos. Cerca del musgo. Tal vez escondidas entre dos arbustos".