Un sable de Napoleón, utilizado en la batalla de Marengo frente a las tropas del imperio austro-húngaro, fue subastado ayer a un precio de 4.811.754 euros, un récord para un recuerdo del emperador francés.

La espada, declarada monumento histórico en 1978, por lo que no puede salir del territorio francés, fue vendida por la casa de subastas Osenat en Fontainebleau, junto al palacio de esta ciudad del sur de París en el que Napoleón vivió algún tiempo. El nuevo propietario es un descendiente de la familia de Jérôme Bonaparte, hermano menor de Napoleón.

Napoleón le había regalado el sable a este hermano y los descendientes de éste, que tenían que compartir esta herencia en régimen de indivisión, decidieron ahora ponerlo a la venta. Bonaparte llevaba este arma en la batalla de Marengo, el 14 de junio de 1800, cuando era primer cónsul de Francia, poco antes de hacerse coronar emperador.