Llop dispone de gran éxito en Francia, donde la traducción de El mensajero de Argel fue comentada en portada de Le Figaro. Llop cree que es algo básico disponer de un buen traductor, "contar con él es una parte de las razones de que mi obra haya sido bien acogida en Francia. Un buen traductor enaltece tu obra", pero estima que una buena acogida comercial no debe hacer cambiar las prioridades del escritor. "El autor sólo debe ser fiel a sí mismo".