Francesc Fiol apura sus últimas semanas como conseller de Educació i Cultura. Era un secreto a voces que su deseo es no continuar al frente de una cartera que le ha deparado -sobre todo en la primera materia- los mayores varapalos de su ya dilatada carrera política. Con todo, siempre se ha mantenido cauto y se ha mostrado dispuesto a lo que dicte su presidente. Los resultados electorales del pasado domingo han puesto en un aprieto a su partido, el Popular. La llave de la continuidad, y habrá que ver bajo qué condiciones, la tiene Maria Antònia Munar, presidenta de Unió Mallorquina. Fiol opta por el pacto: "Las circunstancias mandan y en política el ayer no existe. Yo abogo por pasar página".

-Una página escrita con palabras de trazo grueso, por cierto.

-En campaña siempre se es más agresivo. Aspirábamos a no tener que pactar, pero debemos abrir un escenario de diálogo con programas y proyectos en la mano para hacer un reparto de responsabilidades.

-Hay quien opina que debe haber un pacto entre los partidos más votados, el PP y el PSOE.

-No lo veo ni posible ni razonable.

-¿Se esperaba estos resultados que al PP le han girado las tornas?

-Una cosa es la realpolitik y otra que podría haber ido mejor. Un 47 por ciento de los votos es un buen resultado; hemos sido ampliamente apoyados, pero la aritmética hace inviable un gobierno de mayoría popular. Hay cosas que han sucedido que han limitado nuestro crecimiento, pero nadie es perfecto. No ha ido todo lo bien que esperábamos.

-¿Cree que Munar, en caso de pactar con el PP, permitiría ser consellera de Cultura a Maria de la Pau Janer?

-Ella no tiene que entrar en el terreno de decidir quién o no será conseller. Lo ha de decir el presidente. No se ha de perder la dignidad por ningún bando.

-Pero ella tiene la sartén por el mango.

-Sí, pero todos tienen corresponsabilidad.

-¿Se ve en la oposición, o será una oportunidad para regresar a su despacho de abogado?

-He estado otras veces, por tanto sé lo que es. No descarto, dado el escenario actual, ninguna responsabilidad. No hay que ser egoístas y en este nuevo escenario debo cooperar desde donde se me diga.

-¿No le sentó mal que Matas fichase a una independiente para Cultura? ¿No cree que es un desprecio a su gestión?

-No tengo sensación de haber hecho una mala gestión. He intentado atender a las distintas sensibilidades; dicho esto, todos son libres de opinar si mejor o peor.

-No se escape. ¿Sería una buena consellera de Educació i Cultura Maria de la Pau Janer?

-(Largo silencio) Espero que sí. Sería señal de que gobierna el Partido Popular.

-Repasemos cuentas en Cultura. ¿De qué actuaciones se enorgullece?

-De haber alcanzado un acuerdo con el Estado para la reforma de la Lonja, porque ha sido un tema complejo; de despejar la conclusión de la intervención artística de Barceló en la Catedral que además nos dio oportunidad de traer a Palma Paso doble; de inaugurar la Escola Superior d´Art Dramàtic de les Illes Balears y haber propiciado Art Cologne Palma, de la que ya hay cuatro ediciones pactadas. En esta legislatura hemos aprobado la ley de Archivos y de Bibliotecas, se han establecido buenas relaciones con el Obispado a través del uno por ciento cultural y me siento muy orgulloso de los tres volúmenes dedicados a Klarwein, Gnoli y Ritch Miller.

-¿El divorcio entre Balears y Cataluña por el Institut Ramon Llull fue uno de los momentos más tensos de estos cuatro años?

-La peor anécdota en el mundo cultural fue cuando Caterina Mieras me explicó que nuestra relación tenía que ser como la de un hermano mayor (Cataluña) que coge de la mano al hermano pequeño (Balears) y le dice dónde debe ir. Fue el punto más bajo de nuestras relaciones. Si Cataluña no cambia de idea será imposible el regreso al IRL.

-¿Cómo se encuentra el tema del Archivo de la Corona de Aragón?

-Por desgracia los trabajos técnicos no avanzan porque Cataluña tiene voluntad de apropiación de los documentos. Es un tema larvado que explotará en breve y donde el ministerio se ha quitado de en medio. Veremos qué respuesta legal tenemos al recurso de inconstitucionalidad.

-¿Se garantizará una gestión más trasparente e independiente sin la presencia de Pedro Serra al frente del patronato del Baluard?

-Hoy hay una trasparencia completa y no hay que plantear el tema en estos términos, puesto que la Fundació Art Serra es un miembro más que configura las decisiones. Él ha hecho un gran esfuerzo de constitución y puesta en marcha del museo.

-Con el beneplácito de las instituciones que le entregaron todo el poder, como se ha ido publicando.

-No ha habido ninguna irregularidad y las acusaciones contra el museo no se han demostrado. Muchas de las cosas que se escribieron, ahora sonrojarían a algunos.

-Habrá que hacer hemeroteca, señor conseller. ¿Cree que Palma necesita un nuevo teatro de la Ópera o lo necesita Matas?

-Es una apuesta valiente si queremos convertir a Palma en un destino de turismo cultural.

-¿Cuánto tiempo lleva el presidente hablando del tema con el arquitecto elegido a dedo?

-Bastante. Por otro lado, Calatrava es un arquitecto de prestigio indiscutible.