Para ambos se trata de una obra familiar que en 1942 interpretó el padre del tenor español por México mientras que una década antes era el abuelo del director escénico, Emilio Sagi-Barba, el que se encargaba de hacer el papel de Vidal Hernando en el teatro Calderón.

"Nunca hay un trabajo menor pero adoro hacer zarzuela y esta obra en concreto representa algo muy particular, algo muy cercano a mi familia", resalta en entrevista con Efe el director escénico de esta producción.

"Luisa Fernanda" es también una de las zarzuelas más populares del llamado "género chico", un triángulo amoroso que con música del maestro Francisco Moreno Torroba narra las disputas de Vidal Hernando y Javier Moreno por el amor de Luisa Fernanda.

Haciendo un alto en los ensayos, Sagi deja sentir la pasión que siente por este genero que admira como "único y maravilloso".

"Lo que hay es un trabajo que hacer por parte de los directores de escena para que no sea tan localista", aconseja para ampliar los horizontes de una música no tan conocida fuera de España.

Ese es el deseo de "Luisa Fernanda", el de llevar sus romanzas a un público tan foráneo como la Scala de Milán, la ópera de Washington y de Los Ángeles y próximamente China y Austria.

"El verdadero motor de toda esta operación es Plácido Domingo", subraya Sagi en agradecimiento al cantante y director general de la Ópera de Los Ángeles, además de un amante devoto de este género español y amigo suyo desde hace 24 años.

A él le ofrecieron que hiciera la zarzuela en concierto para La Scala de Milán, una idea que le pareció "insípida", y logró convencer a sus promotores para un montaje en toda regla.

Eso sí, Sagi se encargó de adecuarla a los tiempos y a su nueva audiencia del siglo XXI.

"Los sentimientos siguen siendo los mismos pero la escenografía es de una simpleza total. Quise despojar la zarzuela de un realismo que huele en favor de una cosa muy limpia, llena de luz que subraye lo que pasa en el escenario", detalla.

Hay muchos otros cambios que la diferencian de la versión que interpretaron décadas antes sus familiares, como un diálogo más reducido o un final con ciertas modificaciones.

"Y hay a quien le gusta y a quien no. Y a los que no les gusta dicen que pierde casticismo, pero para mí ´Luisa Fernanda´ nunca fue una obra castiza", señala.

Sagi también habla de sus otros detractores, de esos "snobs" que ven en la zarzuela un género "rastrero".

"Para mí es un género que arrebata, con una música muy buena que llega al corazón. Eso es lo bueno que tiene la zarzuela", suspira.

Un género que en opinión del director escénico necesita "mimos, cuidados y protección".

Algo así como lo que supieron hacer los franceses y los austríacos con su opereta, "que la envolvieron muy bien desde el principio" y que ahora le toca el turno a los españoles, dice.

Con Domingo a la cabeza, deseoso de crear una compañía estadounidense dedicada por completo a la zarzuela, Sagi sabe que son muchos los que quieren seguir su ejemplo y sacar este género a pasear por el extranjero.

Y en este sentido la Ópera de Los Ángeles es el escenario perfecto, una ciudad donde el castellano es la segunda lengua y que en opinión de Sagi "es importante que se convierta en un foco cultural español".

Aún así y pese a toda esta pasión, "Luisa Fernanda" es tan sólo la segunda zarzuela que Sagi monta en Los Ángeles si se toma como tal su puesta en escena de "El gato montés" en 1994, "una obra que realmente es más una ópera sin diálogo", indica conocedor del tema.