Diversos juristas de Mallorca consultados por este diario coinciden en señalar la complejidad de la reforma constitucional que plantea el nacimiento de la hija de los Príncipes de Asturias como futura sucesora de la Corona. En lo que no coinciden plenamente es el momento en que debe llevarse a cabo el proceso, ni tampoco en el alcance que el cambio supondrá.

Maria Ballester, profesora de Derecho Constitucional de la Universitat de les Illes Balears, manifiesta que la reforma del artículo 57 es una necesidad que viene planteándose desde hace tiempo. "Creo que el proyecto se someterá a la opinión de las Cortes al final de la legislatura, porque es un proceso que debe hacerse sin prisas, pero tampoco sin pausas, dada la rigidez a la que está sometido. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que todavía hay una generación de por medio, y que los derechos sucesorios no se asumen en el momento del nacimiento", apunta.

"La contrariedad más grande, según mi parecer -apunta Cardell-, aparece si sólo se reforma el artículo 57, porque tras aprobar el proyecto por mayoría de dos tercios y ratificarlo las nuevas cámaras, tendría que convocarse un referéndum. Y éste podría convertirse en en un plebiscito sobre la monarquía, lo que podría provocar un auténtico problema en el caso de que salieran un número elevado de votos en contra o de abstenciones".

En este sentido, Bartomeu Colom, profesor de Derecho Público de la UIB, añade: "Parece que a la propia monarquía le interesa que la reforma constitucional no se circunscriba únicamente al artículo 57, como querría el Partido Popular, si no que también aborde otras cuestiones. Sobre todo para evitar que el referéndum se asemejara a un plebiscito", argumenta. "Cuestiones todavía no desarrolladas que, por ejemplo, podrían abordar la reforma del Senado, la definición de las 17 Comunidades Autónomas o las lenguas oficiales del Estado".

"Me alegro que los Príncipes hayan tenido una hija -declara Colom-, porque en la Carta Magna hay preceptos constitucionales inconstitucionales. Por eso celebro que este debate ayude a establecer una igualdad real en el texto. Estamos asistiendo a una revolución que nos lleva a la incorporación total de la mujer en todos los órdenes de la vida. Lo que me plantea dudas en este caso es el grado de retroactividad que tendrá la reforma".

Sobre este punto, Ballester explica. "Tendrá que quedar bien claro, y creo que habrá suficiente consenso para ello, que la regla se aplicará sólo a partir del Príncipe. Por eso el texto deberá ser muy preciso", apunta.

Por su parte, Arturo Cadenas, profesor de Filosofía del Derecho, señala: "Lo delicado del caso es lo obvio, que los Príncipes de Asturias han tenido una niña y como se haga la reforma va a tener que hacerse con carácter retroactivo, lo que podría perjudicar a un futuro varón si como han manifestado don Felipe y doña Letizia tienen intención de tener más descendencia". Y añade: "Me parece una imprudencia no haber tenido en cuenta esa posibilidad hasta ahora, cuando a estas alturas el problema que se plantea ya podría esta resuelto", considera. No obstante, Cadenas afirma que la complejidad de la reforma es más jurídica que política. "Hoy en día no creo que haya ninguna posibilidad de cisma", declara. "Aunque quizá no sería lo más prudente afrontar la reforma en estos momentos, en pleno debate territorial".

La abogada Francisca Pol, ex diputada del PP en el Congreso y ex miembro de la comisión de Justicia, resuelve. "El PSOE dice que la reforma no es urgente, pero sí lo es, porque va a tener un carácter retroactivo, lo que ocurre es que ahora no le interesa tocar la Constitución por su pacto con Esquerra Republicana de Catalunya", afirma.