La Conferencia Episcopal felicitó a la Casa Real por el nacimiento de la primera hija de los Príncipes de Asturias, y envió sendas cartas de felicitación a éstos y a los Reyes. Una de las misivas, dirigida a los padres de la niña, don Felipe de Borbón y doña Letizia, dice que "los hijos son el gran regalo del cielo para sus padres. Vuestra hija lo es también, de modo especial, para todos los españoles". La otra carta, dirigida a los Reyes señala que "toda España se alegra especialmente con esta niña".