Ha tenido que pasar más de una década para que desempolve el traje de luces y volver a sentirse torero. Cuando empezó a manejar la muleta en la escuela taurina de Francisco Prado en Salamanca, allá por los años setenta, nunca imaginó que acabaría cambiando la espada por los cimientos y los ladrillos. El extremeño Antonio Cortés está preparado. Toma la alternativa mañana domingo en la plaza de toros de Inca de la mano de Manolo Sánchez y con Iker Javier Lara de testigo. Y casi se suspende por el bloqueo de los puertos que no dejaban salir de Dènia los astados de Ángeles Rodríguez. Felizmente resuelto, Cortés alcanzará el máximo grado con una idea: "Tras esta corrida ya no volveré a coger un capote".

- Después de tantos años sin enfrentarse cara a cara al toro decide que tiene que volver hacerlo y ante un público exigente ¿no le han dicho que quizás ya es demasiado tarde?

- No estoy en edad para ejercer la profesión de manera habitual pero me siento con fuerzas para una última corrida. Toda mi vida he querido ser matador de toros y por fin ha llegado el gran día.

- ¿Ha imaginado cómo será?

- Los nervios no me dejan disfrutar en estas horas previas. Llevo preparándome varios meses en un gimnasio para ofrecer al público lo mejor de mí y espero que ellos sepan entender mi posición. Me apasiona este mundo y sólo quería ser protagonista aunque fuera por un momento.

- ¿Desde cuando la afición?

- Mi padre nos llevaba a mis hermanos y a mi a los toros desde pequeños y me gustó tanto que me apunté en Salamanca a la escuela de Francisco Pardo. Participé en más de cien festejos sin caballos y en 35 con ellos. Ahora sigo la fiesta nacional desde casa.

-¿Recuerda algún momento especial?

- Cuando corté mi primera oreja en la plaza de toros de Vista Alegre.

- ¿Por qué lo dejó?

- Simplemente perdí la ilusión. Ya no quería entrenar ni me sentía el mismo. Así que decidí cambiar de profesión, vine a Mallorca en busca de un futuro mejor y aquí me hice constructor. No me arrepiento de nada.

- ¿Tiene lo que hay que tener para ser un buen torero?

- Dicen que para ser matador hay que ser valiente. Yo creo que hay que estar algo loco dentro de la cordura... y yo no lo estoy tanto.

- ¿Tiene miedo?

-Sí, no puedo decir lo contrario. Pero es una espinita que tengo clavada y siento que debo hacerlo. Además, cuento con el apoyo de mi mujer que vendrá a verme por primera vez, nunca lo hizo cuando éramos novios.

- ¿Habrá más Antonio Cortés?

- No, de eso estoy seguro. Tras la corrida de mañana me cortaré la coleta. Soy demasiado responsable como para jugarme el tipo por una afición.