Mercé Civit, adscrita a la Secretaría de la Mujer de Comisiones Obreras de Cataluña, explicó ayer en Palma que el proyecto de ley que preparan para regular la prostitución ayudará, si finalmente es aprobado, "a acabar con las mafias y la trata de mujeres".

Las prostitutas que hasta la fecha se han afiliado a esta organización sindical lo han hecho con el objetivo prioritario de defender sus derechos laborales. "La situación de estas personas -se calcula que 300.000 en España- es alegal. No tienen ningún tipo de derecho, ni laboral, ni social, ni de ciudadanía", señala Civit.

Según Civit, esta futura ley contará con el apoyo de la ciudadanía, que "hasta la fecha está reaccionando bien" a tal propuesta.

"Estamos trabajando con diversas entidades y pronto presentaremos una propuesta a todos los grupos parlamentarios de Cataluña", avanzó.

En España se calcula que un millón y medio de españoles acude diariamente al mercado de la prostitución. "La mitad de las prostitutas son inmigrantes y la otra mitad, españolas, que son las que están mejor situadas".

El negocio de la prostitución mueve en España unos 12.000 millones de euros al año. Para paliar este grave problema existen dos modelos: el de Suecia y el de Holanda y Alemania. La ley sueca penaliza al cliente y considera a la prostituta víctima de la explotación sexual. La holandesa la han legalizado y ha regulado todo el control sanitario de las mujeres.

"Me decanto por el holandés o alemán, aunque no es un modelo perfecto. A pesar de que tienen leyes de extranjería muy restrictivas no han solucionado el problema con los inmigrantes", comenta.

El modelo sueco, el que prefiere El Vaticano, "ha desplazado y agravado el problema. De Suecia, las prostitutas y los clientes se han trasladado a Noruega y Finlandia; y se ha potenciado la clandestinidad, con todo lo que conlleva: malos tratos, agresiones, enfermedades", explica Civit.

Mercé Civit reconoce que el de la prostitución es un "sector fortísimo" que "está creciendo mucho en los últimos años", como queda demostrado con las redadas policiales que últimamente están descubriendo a un gran número de mujeres procedentes del este de Europa o de Africa que son retenidas en condiciones casi cercanas a la esclavitud.

"Se necesita una ley de manera urgente, una ley estatal que, a buen seguro, será polémica", admite.