Para unos es un curso acelerado sobre las nuevas tendencias informáticas y software libre; para otros, un infinito y trepidante juego; y para el resto, un chat no virtual que potencia la amistad y el compañerismo. Es el Balearikus Party, la Meca del informático, un encuentro que ayer se inauguró en el recinto de Fires i Congressos y que cuenta con 550 inscritos en su sexta edición procedentes de Balears y otros puntos de la geografía española.

El maratón informático empezó ayer y se prolongará hasta el próximo martes. Basta darse un paseo por el recinto para advertir que está presente lo último en ordenadores y componentes informáticos. Las tendencias más atrevidas en decoración de cajas, un servicio técnico permanente y una conexión a Internet de 310 megabytes hacen las delicias de los participantes.

"Hemos conseguido un ancho de banda cien veces más rápido que cualquier conexión doméstica", afirma Joaquim Rosselló Font, de la organización.

Talleres y juegos, como el Quake IV y el Conter Strike, los más solicitados, son los pasatiempos a los que dedicarán las horas estos amantes de la informática en todas sus facetas: la del ocio, cultural e incluso algún hacker.

"A los hackers les tenemos preparado un asalto guiado a una máquina protegida, para que vayan entrenándose", bromea Joaquim Rosselló.

La organización, que dispone de un presupuesto de 200.000 euros, asegura que el Balearikus Party "va a más con cada edición". No resulta fácil trazar un perfil del participante: "Hay desde chicos de catorce años que vienen a jugar a señores de 35 que quieren mejorar sus aptitudes de asalto".

El cansancio entre los informáticos, que pueden estar cerca de veinte horas frente a sus ordenadores, es una de las trabas a las que ha buscado soluciones la organización. Para ello han montado, a modo de novedad, un Scalextric, unas consolas y diferentes juegos de mesa, como el Magic. Para el descanso disponen de una sala habilitada en el interior en la que pasarán la noche, o el día, en sacos de dormir o tiendas de campaña.

"Yo me voy a cenar con mis amigos y cuando vuelva, sobre la una, me pondré a jugar", comentó ayer Carlos Portilla, de 19 años, uno de los 550 inscritos que como todos ha desembolsado 60 euros para participar.

"He estado en las seis ediciones y puedo decir que este espacio es el mejor de todos en cuanto a infraestructuras", aseguró Daniel Lozano, técnico de Informática de profesión, de 25 años. "Balearikus me gusta porque se puede hacer amigos, jugar y compartir aficiones", añadió.

"Aquí uno puede enriquecer conocimientos. El año pasado yo aprendí el programa de intercambio de archivos DC Plus Plus. Me lo enseño el de la mesa de al lado", recuerda Francisco J. López, de 17 años.