Carlos Grangel, uno de los dibujantes españoles más internacionales, impartirá hoy (20h) en el Centre de Cultura ´Sa Nostra´ una conferencia centrada en su último trabajo: el diseño de la práctica totalidad de los personajes de La novia cadáver, la nueva película de Tim Burton, un director del que destaca su "independencia" frente a los estudios de Hollywood y su comunicación, lejos de la imagen de "introvertido" y "de pocas palabras" que tiene este icono del cine fantástico (Eduardo Manostijeras, Mars Attack, Charlie y la fábrica de chocolate o Big Fish).

El largometraje, que se estrenará este viernes en las salas de cine de nuestro país con la colaboración, en la labor de dobladores, de Johnny Depp, el actor fetiche de Burton, y Helena Bonham-Carter, su actual pareja, está "más cerca del cine europeo" que del americano, admite Grangel, quien añade que el filme tiene influencias de dibujantes como Ronald Searle y Arthur Rackam, posee "un toque gaudiniano en sus fondos" y bebe "del grafismo del Día de los Muertos mexicano".

El dibujante, que a lo largo de su brillante trayectoria ha dejado su huella en películas como Madagascar, Simbad, El príncipe de Egipto o El Dorado, explicó ayer en Palma que su encuentro con Tim Burton se produjo fruto "de la casualidad y la suerte" en unos estudios de Manchester, mientras el director trabajaba en Mars Attack. "Vio unos dibujos míos colgados en la pared y dijo que ese look era el que quería para su próxima película".

Grangel y Burton no se conocían de nada, pero tras la primera reunión, en la que el director le mostró algunos de sus bocetos, el español se entregó ante un proyecto que consideraba ambicioso y muy personal. "Burton es un gran artista, un visionario, y resulta muy cómodo trabajar con él. Nos dio libertad absoluta. Ninguna imposición", por lo que llega a afirmar que La novia cadáver incluye sus "dibujos más puros"

El diseño y rediseño de algunos de los personajes que Burton había creado se materializó en la empresa que el dibujante dirige en Barcelona, Grangel Studio. "Les dimos un toque burtoniano, porque no queríamos cambiar su estética. Fue un placer". Además, Grangel reconoce ciertas similitudes con el trazo de Burton. "Mi dibujo, como el suyo, es estilizado". Dibujados los personajes, Grangel y su equipo prosiguieron trabajando con un amplio número de profesionales de la moda, decoradores e ingenieros, encargados, éstos últimos, de la fabricación de los artilugios en que se convierten los personajes.

"Fueron los ingenieros quienes se adaptaron a nuestros diseños", aclaró Grangel, que por primera vez ha trabajado con la técnica de animación tradicional Stop Motion, la misma que se empleó para el clásico King Kong. Aunque es cierto que "la animación por ordenador está logrando gran fluidez, sobre todo con los gestos de los personajes", y pese a que el Stop Motion es una técnica "más lenta y costosa" que aquella, el dibujante explicó que Tim Burton se decantó por aquella, la artesana, defendiendo que "quería ver la huella humana en la carta de los personajes, porque el ordenador, según dijo, tiene un look sintético".

Grangel, que se prepara para dos nuevos proyectos (Evolution Man, filme en 3D que se convertirá en la película de animación más cara de la historia del cine europeo; y un largometraje con guión de John Cleese), reivindicó más originalidad al cine de Hollywood. "Lo que les pido son buenos guiones y buenas historias. Como espectador exijo diversidad en las formas de animación y en los guiones. En Hollywood faltan ideas, personajes como Walt Disney, un auténtico innovador".

Como ya hiciera en 2000, Granjel se ha desplazado a Mallorca invitado por Juan Montes de Oca, responsable del master MA ISCA. "Muchos estudiantes del MA ISCA están preparados para trabajar en los mejores estudios de animación del mundo", señaló.