Tachán... El mago español más internacional, Juan Tamariz, regresa a los escenarios mallorquines con un espectáculo interactivo que incluye números nuevos y en el que no faltará su sentido del humor. Será en el Auditòrium de Palma, este sábado y domingo.

-¿Por qué últimamente no se prodiga tanto por los escenarios españoles?

-Porque me llaman de otros países. Si te llamaran de Japón, ¿tú no irías? Desde hace unos quince años un 50 por ciento de mis actuaciones tienen lugar en el extranjero. Además, me encanta viajar, porque me permite investigar y contactar con otros magos con los que compartir experiencias. En este oficio, si no avanzas, te anquilosas.

-Su oficio está a salvo del intrusismo.

-No hay. Lo que hay es mucho más trabajo del que puedes aceptar. Será porque la gente tiene ganas de ilusionarse y pasárselo bien. Y la verdad, da gustito poner sueños en la realidad.

-¿Ha pensado en reincorporarse a la televisión?

-Me autodespedí en 1994. Me resultaba agotadora y no era el medio más idóneo para un mago. Lo mejor es el directo, con el público cerca. Es más gozoso y satisfactorio. Me han hecho muchas ofertas, por suerte, pero no quiero volver.

-¿Existe el truco perfecto?

-No. Si existiera sería aquel capaz de transformar las balas de una pistola en tinta china. Pero en el arte no existe la perfección.

-¿La magia tiene más dignidad artística que hace una década?

-Sí. Cada vez hay más percepción de que es un arte. En realidad, lo es desde hace siglos. La magia es un instrumento para contar el mundo interior del artista.

-¿Cuánto tiempo le lleva preparar un número suyo?

-La idea puede rondarme la cabeza de tres meses a un año. Luego viene el ponerlo a punto, que puede durar cinco años. Uno que hice en París me llevó hasta una década. Pero mi trabajo no es nada duro. Me apasiona. Para dedicarse a esto es necesario amor, tiempo y pasión por la magia.

-¿Sigue teniendo problemas en los aeropuertos?

-Bastante a menudo. Es porque llevo todos mis artilugios en la funda de un violín. En los países donde no me conocen tengo que explicar en aduanas por qué intento subir una batidora de huevo al avión.

-¿En la magia está todo inventado?

-Estamos empezando. La magia es un territorio virgen por el que siempre se avanza. En Palma presentaré nuevos trucos, habrá una sesión de espiritismo y un show con un proyector para ver de cerca la magia.