Más de la mitad de las víctimas de violencia escolar en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en España declaran que los profesores no intervienen ante una agresión, en el 74,2 por ciento de los casos porque "no se enteran" y en el 14,5 por ciento porque "pasan".

Si los preguntados son los agresores, la no intervención de los docentes baja al 44,3 por ciento, ya sea porque "no se enteran" (63 por ciento de los casos) o porque "pasan" (22,2 por ciento), según el informe Violencia entre compañeros en la escuela del Centro Reina Sofía para el Estudio de la Violencia, basado en 800 entrevistas.

El 64,7 por ciento de los docentes "imponen una sanción" y el 43,4 por ciento "riñen" a los agresores, según aseguran éstos.

Son algunos de los datos aportados ayer en el seminario internacional sobre Violencia y Escuela organizado por el Centro Reina Sofía, que inauguró la Reina.

El director del Centro, José Sanmartín, dijo que la profesión de maestro ha sufrido una "notable" merma de dignidad y que se precisa restaurarla dotándolo de las capacidades necesarias para hacerse respetar.

"Hay profesores -explicó- que, ante el panorama de la enseñanza actual y de sus posibilidades de hacer algo para mejorarlo, renuncian y miran a otro lado siempre que se produce un suceso que pueda acarrearles algún dolor de cabeza", pero lo dicho "no exonera al profesorado de toda responsabilidad", matizó.

La ministra de Educación y Ciencia, María Jesús San Segundo, señaló que la preocupación por la violencia escolar está justificada más allá del número de casos.

Incidió en la formación inicial y continua del profesorado, así como en el refuerzo de las tutorías.