Junto a algunos de los primeros viñedos que tuvo la bodega, la Bodega Josep Lluís Ferrer de Binissalem celebró sus primeros 75 años de vermades, con una cena servida el pasado sábado en su sede social, a la que asistieron unos doscientos invitados.

Sebastiá y Pep Lluís Roses Ferrer, nietos Josep Ferrer, del fundador de la citada bodega, la más antigua de la isla, realizaron los honores en la celebración. Fue Sebastiá, con una serie de glosas, en las que recordó la primera vermada que su abuelo realizó, iniciando una saga viniviticultora que ya ha alcanzado su tercera generación. También su hermano JosepLluís tuvo un recuerdo a Jose Luis Ferrer, el cual tuvo la iniciativa de iniciar una tarea vocacional, que ha desembocado en el actual auge de la vinicultura mallorquina, con unos vinos de alta calidad.

Los platos reyes fueron fideus de vermar y porcella rostida, acompañados con vinos de media y alta crianza de la bodega.