Antònia Font deja el taxi para sumergirse en las profundidades del mar. Su próximo disco se llamará Batiscafo Katiuskas y, según anuncia su discográfica, Blau, se editará el próximo mes de febrero.
El nuevo álbum, que sucederá al aclamado Taxi, un trabajo brillante que les ha consolidado como una de las bandas más frescas y deslumbrantes de la escena pop, se grabará en Palma, en los estudios de Toni Pastor.
Todavía se desconoce el número de cortes que incluirá el CD, que estará estructurado en dos partes: una con canciones "en la línea de su disco Alegria" y otra con un sentido más conceptual, "más filosófico", adelantan desde Blau. Todas serán intepretadas en catalán, como han hecho con todos sus trabajos.
El grupo intentará con esta nueva entrega abrir una puerta más. Si con Alegria y Taxi entraron con la cabeza bien alta en el mercado catalán, con este Batiscafo Katiuskas "las perspectivas van más allá de Cataluña y del Estado español".
"A partir de ahora aumentarán el número de actuaciones en festivales nacionales y se intentará que entren en el circuito europeo", señala Miquel Angel Sancho, responsable de Blau.
Con ese fin, el de introducirse en el mercado continental, Antònia Font viajó hace unos días a Berlín, donde actuó dentro del PopKomm, una de las ferias discográficas más importantes de Centroeuropa.
Uno de los objetivos que se marcó Blau en el PopKomm era conseguir que Taxi sedujera a los empresarios franceses. Se dio un primer paso hacia la edición del disco en el país vecino, pero "lo de las licencias siempre es lento y habrá que esperar para saber si finalmente fructifica", dice Sancho.
Entre Taxi y Batiscafo, Joan Miquel Oliver, guitarrista y letrista de Antònia Font, ha publicado Surfistes en càmera lenta, un álbum tan personal como soberbio con el que el líder de la banda ha estado girando por diferentes escenarios de Barcelona, donde cuenta con un nutrido y fiel grupo de seguidores.
Antònia Font, que toma el nombre de la que fue su primera fan, irrumpió en 1999 con un álbum homónimo. A Rússia fue su segundo trabajo. Luego llegaron Alegria, elegido por la crítica catalana como el Mejor Disco Catalán del año, y Taxi.
