Me gustan las noches que entienden diferentes idiomas. Salir y saber lo que te quieren decir, ya sea en una tetería árabe, en un restaurante vietnamita, tomando unas tapas rusas o un combinado argentino. Desde que se disgregó la Unión Soviética, Rusia ya no es lo que era. De la Plaza Roja ya sólo queda su nombre, de Yeltsin una foto en la enciclopedia y de Anastasia una película de dibujos animados cuyo mago protagonista ha adquirido cierto renombre. Recordamos la ensaladilla, las muñecas rusas que se encierran, y "la gente que es muy simpática en un país tan frío". En El oro de Moscú, no es Rasputín todo lo que reluce. El otro día salí por la noche.

? El Saladet tiene un nombre poco moscovita, pero sirve pinchos, tapas y especialidades rusas. Convierte las cenas en algo familiar y dinámico. "Para que no todo sea sentarse a esperar", comenta Toni Mercadal, uno de los dos gerentes del restaurante. Una se levanta, se sirve de pinchos variados, de los que "nunca sabes lo que te va a tocar" si no te dicen de qué están hechos, y sólo hay que dejar que todo "se derrita en tu boca no en tu mano", como los M&M. Una manera divertida de cenar, y si es domingo, acompañada por un guitarrista que viene a tocar en vivo.

? En Rusia la carne es, en su mayoría, a la plancha. Se come mucha col, calabacín, carne picada de ternera, empanadas con patatas y se utiliza mucho la manteca para cocinar. Todo esto y mucho más con la comida casera, de toques secretos, que realiza Roza Yanuzakova entre la que se debe destacar el pastel que combina los creppes con miel. Una vez decidido el vino, garantizado por un enólogo, acertada la carta y el dulce de después, sólo falta preguntarse si el secreto está en la masa. La respuestas, como todo, no están en Moscú, sino en las entrañas de Palma; en esta ocasión, cerca de la zona de Santa Catalina.

? Celebramos aniversarios, tanto el restaurante como Costa Galana Café celebran su primer cumpleaños próximamente. El bar regentado por argentinos y próspero en su diseño, se define: "un café, un espíritu, una copa entre amigos, un romance, chill out, deco... pocas palabras para un gran lugar", con esto ha basado para darse a conocer en la zona que rodea a Sa Feixina.

? La terraza y el interior no dejan entrever la parte subterránea. Parece que hasta día de hoy no hemos descubierto la arquitectura del Movimiento Moderno, y los rascacielos de cristal de Mies van der Rohe no han funcionado hasta un siglo después. "Menos es más", proclamaba el arquitecto. Y ahora muchos lugares como Costa Galana se visten de cristal transparente. El toque chic se encuentra en el interior, muebles con vida propia que desprenden luz por sí mismos, largos sofás blancos con sus complementos con forma de cuadrados. Tres pantallas de televisión entretienen a aquellos que cada vez que se encuentran no tienen nada que decirse. Una copa a cambio del reposo del día a día. En cuestión de horas comienzo a hablar ruso con acento argentino.