El colectivo francés y las autoridades de Balears se congregaron ayer en el hotel Tryp Bellver con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional Francesa.

El catorce de julio se celebra la toma de la plaza de la Bastilla de 1789 que dio comienzo a la Revolución Francesa. Por este motivo, el cónsul General de Francia en Barcelona, Bernard Valero y el cónsul Honorario de Francia en Palma, Miguel Magnier, celebraron un encuentro.

"Deseamos agradecer al pueblo balear el recibimiento que hacen a mis compatriotas", aclaró Valero.

"La Revolución no se desencadenó en una mañana. El trece de julio ya se calentaban los motores, así que tenemos legitimidad para celebrarlo un día antes", bromeaba el cónsul.

Los representantes del pueblo francés quisieron hacer un balance de las relaciones entre España y su nación. "Recuerdo que hace once años tomé posesión de mi puesto de trabajo con el objetivo de que los franceses se sintieran respaldados por la legalidad vigente de la Unión Europea", comentaba Miguel Magnier.

"Nuestra pretensión ahora es que el concepto de ciudadano prevalezca sobre las demás consideraciones, y ese cambio de mentalidad es más lento", añadía.

Durante la celebración, en la que además de la conmemoración se hizo un balance de los avances en esta relación, se escucharon los himnos de los respectivos países.

Entre las autoridades asistentes se encontraban el comandante general de Balears, Peláez Campomanes; el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Antoni Terrassa, los concejales del Ayuntamiento de Palma, Javier Rodrigo de Santos y Marina Sans; el jefe del sector aéreo, Fernando Martínez; el presidente de la Autoridad Portuaria, Joan Verger; el coronel de la Guardia Civil, Cristóbal Santandreu, o el presidente de la Cámara de Comercio, Miquel Lladó.

Otros cónsules que presenciaron el acto fueron el cónsul general de Irlanda, Pedro Pablo Marrero o Tummy Bestard, de Estados Unidos.

La conmemoración también tuvo un momento de solidaridad con las víctimas del ataque terrorista del once de marzo. "Unas palabras diplomáticas que corresponden a una necesidad y a una realidad", según Bernard Valero.

"Hay que reafirmar la excelente relación entre España y Francia en la lucha antiterrorista que emprendemos", añadió.