El aumento de la convivencia en la pareja durante las vacaciones y la necesidad de tomar decisiones de forma "espontánea" por el fin de la rutina son factores que influyen en el incremento de las agresiones a mujeres que se registran en el marco de la violencia doméstica, según explicó ayer el médico, Miguel Lorente.

Lorente, director del Instituto de Medicina Legal de Granada, apuntó que ha quedado descartada en numerosos estudios la influencia del calor en los índices de criminalidad, aunque hay hábitos que se modifican alrededor del aumento de las temperaturas que sí pueden tener incidencia en las tasas, como el incremento de las salidas nocturnas.

Sin embargo, quiso dejar claro que en el caso de la violencia doméstica sobre las mujeres el alcohol no es la causa de la agresión, sino un simple "facilitador", ya que esa violencia es una actitud "continuada y mantenida" de dominación del hombre sobre su pareja.

A su juicio, en que en verano los los días sean más largos influye, ya que, apuntó, "se alargan siempre a costa de las horas de convivencia", con lo que se incrementa la probabilidad de que surjan conflictos.