La archidiócesis de Portland (Oregón) se convirtió ayer en la primera institución católica de EEUU que se declara en quiebra agobiada por más de 60 demandas contra algunos de sus sacerdotes por acoso sexual de menores de edad.

Un portavoz de la archidiócesis aseguró, sin embargo, que las actividades eclesiásticas continuarán normalmente. "Todas las parroquias continuarán oficiando sus servicios regulares. En general, creemos que las actividades normales y cotidianas se mantendrán sin cambios".

La archidiócesis de Boston, en el estado de Massachusetts, estuvo a punto de declararse en bancarrota el año pasado al recrudecerse demandas por los mismos motivos contra algunos de sus sacerdotes.

En noviembre pasado, la archidiócesis llegó a un acuerdo de 85 millones de dólares para la resolución de las querellas judiciales abiertas por más de 500 personas que dijeron haber sido víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes.

En abril pasado la archidiócesis de San Luis (Missouri) acordó pagar 1,7 millones de dólares a familiares de un niño que fue víctima de abusos sexuales cometidos por un sacerdote. El religioso, Gary Wolken, fue declarado culpable hace dos años de violación sodomítica y de seis cargos de abusos contra niños y condenado a quince años de cárcel.

La diócesis de Tucson, en el estado de Arizona, ha anunciado que estudia la posibilidad de acogerse al capítulo 11 de la ley de quiebras para protegerse de sus acreedores en septiembre próximo.

La decisión tomada por la archidiócesis de Portland dejó en suspenso dos demandas colectivas, por un total de cerca de 160 millones de dólares, por abusos sexuales que habría cometido en el decenio de 1980 con al menos 50 menores de edad el fallecido sacerdote Maurice Grammond.

Grammond falleció en 2002, pero en una declaración que le fue tomada antes de morir, señaló que esos niños abusaron de él, y que entraron en su regazo para excitarse sexualmente.

Otras 60 demandas por delitos sexuales están pendientes de procesamiento en los tribunales contra la archidiócesis de Portland.

Durante los últimos tres años la Iglesia católica en EEUU ha sufrido una serie de escándalos que han involucrado a centenares de sacerdotes en denuncias de abusos sexuales contra menores de edad.