El artista almeriense David Bisbal demostró anoche, sobre el escenario de la Plaza de Toros de Palma el por qué es, hoy por hoy, el cantante de moda. Diez mil personas lograron colgar, hace varios días, el cartel de no hay billetes y acompañaron, durante algo más de hora y media, las piruetas, los giros y la voz del joven andaluz.

Pasadas las diez de la noche, se encendieron las luces y apareció Bisbal con su Ángel de la noche. Un tema pegadizo, con ritmo y que levantó de sus asientos a todo el coliseo. No faltaron el Boom, boom, Camina y Ven, Bulería, Lloraré las penas y su Ave María, ese que le proporcionó su primer éxito.

Los mecheros, las emociones y alguna que otra lágrima cayeron por los rostros de los incondicionales con sus baladas más bellas. El lado romántico de David Bisbal surgió con. Fuiste mía, Desnúdate mujer o Me derrumbo. Pero la locura se desató con Corazón latino, cantado mano a mano con un público entregado y que se olvidó del calor y el bochorno de una noche que abrió un verano lleno de conciertos. Bisbal dejó el listón muy alto.