Discípulo del afamado intérprete indio Vishwa Mohan Bhatt, el único de este país que ha ganado un premio Grammy, Harry Manx, músico canadiense, es un puente cultural entre la música occidental y oriental. Dos de sus cinco discos han obtenido la declaración de Álbum de Blues del Año en los premios de música Canadian Music Week.

Esta noche, a partir de las 22 horas, ofrece su primer concierto en España en el Castillo de Bellver, iniciando el programa de conciertos acústicos del ciclo Nits a la fresca.

"Existen similitudes entre la música india y el blues. Las dos tienen orígenes muy antiguos. El blues, de la música africana. Comparten notas, y eso me permite encontrar los puntos que tienen en común", señala el músico canadiense, acompañado de su peculiar guitarra, mezcla de guitarra occidental y de sitar. Un modelo idéntico fue utilizado por George Harrison. Manx, que vive en una pequeña isla cercana a la ciudad de Vancouver, señala que, en un inicio, "no pensaba mezclar blues y música india. La combinación acabó saliendo de una manera natural", fruto de su evolución personal y de sus vivencias.

Así com el raga (un estilo musical indio) procede de una palabra que puede significar tanto pasión o color: el objetivo último del músico es teñir la mente con una emoción, Harry Manx cree que la influencia musical y cultural india le hace "vivir y disfrutar de la música con intensidad".

Aun así, opina que su música encaja mejor dentro de la corriente world music, ya que además del blues y de la música india, su obra también muestra elementos de jazz y folk. El último disco de Manx recibe el sugerente y un punto equívoco título de West eats meet.