Ariany recibió el pasado lunes a su guardia civil más famoso y lo hizo a lo Berlanga, es decir, con poderío, aunque Joan Ferrer, el actor que encarnó al agente en la mítica película El Verdugo, cinta que inspiró a Toni Bestard para rodar El anónimo Caronte -con la que compitió por un premio Goya-, no pasó de largo, como los americanos de Bienvenido Mr. Marshall, y decidió degustar el homenaje que su pueblo natal quiso brindarle a su llegada de la ceremonia de Madrid.

Más de doscientas personas, de todas las edades, se agolparon en los alrededores del Casal de Cultura Son Ciurana para mostrar su apoyo al protagonista del cortometraje de Bestard, cinta que finalmente no ganó en la categoría de Mejor Corto Documental. Dio lo mismo, Joan Ferrer fue recibido con una banda de tambores y trompetas y con pancartas en las que podían leerse frases cariñosas del tipo: En Bestard y en Ferrer han sabut fer-ho molt bé.

Vecinos y autoridades municipales compartieron con el actor un refrigerio y sonrieron al ver cómo un vecino, Joan Miquel Ferrà, se le acercaba disfrazado de guardia civil para entregarle un ramo de flores que el homenajeado aceptó con mucho gusto. Emocionado, Ferrer dio las gracias a sus vecinos, mientras que el alcalde, Joan Ribot, destacó la participación ciudadana en un lunes laboral.

La película de Toni Bestard El anónimo Caronte está centrada en la figura de Joan Ferrer, de 79 años, uno de los hombres más conocidos y queridos de Ariany, debido, en parte, al papel de guardia civil que protagonizó en El Verdugo de Berlanga hace 44 años en las Cuevas del Drach, subido a la barca, con Nino Manfredi, en una de las escenas más recordadas de la historia del cine.

"Toni Bestard me ha hecho resucitar el gusanillo de la interpretación. Me gustaría que me dieran algún papelito", se sinceró Ferrer.