Visiblemente emocionado y sin casi poder hablar. Así recogió ayer Rafel Solivellas el título que acredita que hace la mejor ensaimada del mundo, según decidió el jurado especializado del concurso que organiza desde hace tres años la distribuidora alimentaria Hijos de Ramón Oliver. El bugerró lleva 20 años en el oficio. Entre lágrimas de emoción, dedicó el premio a su familia, a su tio Pep que falleció ayer y a la mejor amiga de su hija Ariadna, una bebé de nueve meses que falleció hace unas semanas.

Sin parar de recibir abrazos, el ganador explicó que el secreto de sus ensaimadas es que las materias primas sean las mejores, que las fermentaciones sean lentas y que tengan la cocción perfecta. Por supuesto, no puede faltar un ingrediente muy especial: "Mucho cariño". Solivellas mencionó que este premio supondrá un gran impulso para el pequeño municipio de Búger: "Va a caer muy bien". El premio material que se lleva son 1.000 kilos de harina.

El segundo premio del concurso cayó en manos de la pastelearía Can Pons de es Mercadal, y el tercero para Ca na Joanaineta de Alaró. El jurado dijo que la elección había sido "complicada" y que, al final, se gana "por los detalles".