-¿Qué hace en Londres?

-Mantengo una relación de amor con Londres desde hace muchísimos años y hacía tiempo que me rondaba por la cabeza cambiar de residencia. Hay muchas ciudades bonitas en este mundo y da un poco de rabia quedarse en la misma toda la vida. Así que ahora vivo en un pueblo que está al norte de Londres, en St Albans -fue una de las principales ciudades de la Britania Romana y hoy presume de tener el pub más antiguo de Inglaterra, el Ye Olde Fighting Cocks-.

-¿Desde hace mucho tiempo?

-Hace ya tres años. La experiencia está siendo muy positiva. Es como cambiar de piel, ver las diferentes maneras de entender la vida, algo que creo que te ayuda a crecer.

-¿No está en Inglaterra huyendo de nada?

-Que yo sepa no tengo ninguna causa pendiente ni me dedico al tráfico de divisas. Tengo la conciencia muy tranquila.

-¿Cómo se ve desde la distancia el conflicto entre España y Cataluña?

-Con expectación, sobre todo a partir de lo que ocurrió el 1 de octubre. La cobertura mediática es extensa. Hasta hace unos años cuando venía a Inglaterra, para que la gente supiera de donde era tenía que hablar de Messi; en cambio, ahora, en cuanto digo que soy catalán la gente se interesa y pregunta. Digamos que hay un poco de perplejidad por la respuesta tan violenta del 1-O. Cada uno tiene un lenguaje y una manera de funcionar, hay quien apuesta por el diálogo y otros, por la mano dura. Allá cada uno con su conciencia.

-¿Por qué apuesta 'SOM', el nuevo disco de Els Pets?

-En primer lugar, por reivindicarnos como grupo, que tiene una trayectoria larga pero que aún tiene muchas cosas que decir y muchas ganas de explicarlas; y por otro lado, a nivel musical, hemos hecho una apuesta por ir a la esencia de las canciones. Hemos querido hacer un disco muy desnudo, poniendo el límite de elementos, y que estos digan el máximo de cosas, y parece que la crítica y el público lo han sabido entender y estamos abrumados por la respuesta.

-Nuevo disco, nueva producción, en este caso de Joan Pons.

-Con Joan Pons he aprendido, entre otras cosas, a ser más concreto, a sacar la depuración excesiva, a huir del barroquismo e ir más hacia el corazón de la canción. Me ha hecho cantar y tocar diferente, y estoy muy agradecido. No por el hecho de que tengamos 35 años de trayectoria pensamos que ya sabemos hacer nuestro trabajo. Nuestro oficio es un aprendizaje continuo, y de cada disco extraes conclusiones, la mayoría positivas.

-¿Con cada disco siempre cambia de piel?

-Creo que esa es una obligación del músico, hacer algo revolucionario. Cuando haces canciones, tienes una manera de hacer, unos tics musicales, una especie de marca registrada. Si no intentas sacudir esta inercia tuya lo que acabas haciendo es un sucedáneo de algo que ya has hecho antes. El músico siempre tiene una tendencia a repetirse. Como compositor mediocre que soy tengo que aspirar a cambiar y buscar nuevas maneras para que, como mínimo, cuando la gente me escuche, no diga: joder, otra vez el Gavaldà este.

-¿Qué le diría a un inglés si le pide qué son Els Pets?

-La nuestra es una apuesta por hacer canciones comerciales, en el mejor sentido de este término, que lleguen al máximo de gente posible, pero sin traicionar nuestra manera de entender la música: hacer un pop muy enraizado con la música anglosajona, con los Kinks, los Beatles, la new wave de Elvis Costello. Canciones de tres minutos, que te enganchen, e intentar que esta inmediatez de la música, sea un vehículo ideal para explicar historias cotidianas, de las pequeñas heroicidades de cada día de la gente de la calle.

-¿Qué les pediría prestado a los Beatles?

-Cualquier cosa que les sobrara. Con cualquier sobra suya yo haría una carrera musical entera. Soy muy beatlemaniaco. Para mí Eleanor Rigby es una canción perfecta, como también lo es Happiness is a warm gun, una pequeña ópera pop de tres minutos. Más que perfección, me gusta encontrar verdad, honestidad en la música. Normalmente las canciones que me emocionan, me las creo. A veces hay música muy bien hecha pero que tiene poca alma. Sigo siendo un apasionado del pop, que no deja de sorprenderme. Tengo una voracidad por conocerlo todo, no puedo estar sin escuchar todo tipo de música.

-¿Qué ofrecerán en Mallorca?

-En Mallorca nos sentimos en casa, no como en casa, sino en casa. El concierto será un repaso exhaustivo al último disco, porque no queremos ser un grupo que recurre a las viejas glorias y los hits del pasado. No nos gusta la nostalgia porque provoca tortícolis el mirar hacia atrás mucho tiempo.

-¿El disco menos festivo de la trayectoria de Els Pets?

-Es un disco de tres personas que tienen 55 años y no quieren hacer ver que tienen 25, porque eso sería muy ridículo. Es un disco con una temática dura, al hablar de enfermedades, abusos, amores rotos. Pese a eso, es luminoso y positivo, cuando lo grabamos nos lo pasamos tan bien. Y eso se nota cuando lo escuchas.