Silent Hill: Downpour es la entrega más reciente de una de las franquicias más emblemáticas de los 'survival horror'. Downpour es una producción basada en los orígenes de la serie con una buena argumentación que se desarrolla de forma envolvente sobre una atmósfera terrorífica. Con las precauciones que se reservan los más acérrimos seguidores de la serie, y sin desvirtuar los malogrados intentos de Homecoming y Shattered Memories por ofrecer una experiencia cargada de terror, hasta ahora no se había logrado rescatar la esencia de una angustia forjada hace tiempo, algo que Downpour recupera con bastante acierto.

JUGABILIDAD

Silent Hill: Downpour cuenta con un argumento completamente creado desde cero partiendo de las premisas de la franquicia. La trama argumental sitúa al jugador en el suroeste del pueblo norteamericano, una de las zonas más inquietantes e inexploradas en la vasta historia de la saga de terror. Los nuevos jugadores no tendrán problemas en la comprensión de la historia, ya que Downpour no guarda ninguna relación argumental con los capítulos anteriores de la saga excepto algunos guiños aislados para los seguidores de la franquicia, dejando atrás localizaciones tradicionales como hospitales, colegios, etc.

El protagonista, Murphy Pendleton, un preso que se ve envuelto en la vorágine de horror cuando el transporte penitenciario que le traslada de prisión sufre un accidente en los alrededores del pueblo norteamericano, pronto se dará cuenta que la villa esconde algunos peligros, teniendo que hacer frente a nuevos puzles y enemigos, mientras se defiende con objetos como botellas, sillas y demás elementos cotidianos, además sólo se puede usar un arma a la vez y esta podrá romperse como ya sucedía en Origins. También se ha eliminado el inventario de armas y la producción regresa a los niveles de dificultad (fácil, medio y difícil) para la resolución de puzles.

Ya en movimiento, los primeros compases del juego someten al jugador a una serie de castigos tradicionales en la serie, a saber, un poco acertado sistema de combate, acertijos confusos y apariciones de monstruos sin mucho sentido, pero una vez avanzamos en la historia comenzaremos a encontrar secretos y descubrir la inquietante zona, revelando una experiencia más profunda e interesante de lo que se podía esperar del juego. La historia está muy bien planteada y el personaje protagonista es el más interesante que ha tenido la franquicia en muchos años. A pesar de presentar algunos tramos predecibles, hay algunas sorpresas muy interesantes.

Continuando con la tradición de la serie, inicialmente el argumento se presenta confuso para pasar a explicar de forma pausada las razones y motivaciones del nuevo inquilino de Silent Hill ante su odisea. Las elecciones morales también tienen un hueco en el juego, ya que se presentarán situaciones en las que tendremos que decidir el destino de algunos personajes, aunque sin consecuencias directas en ningún aspecto.

Para centrar un poco la situación y dar forma al argumento, Silent Hill: Downpour comienza con una serie de objetivos bastante lineales que torpemente nos acercarán hasta las mecánicas de exploración libre en las que se asienta el resto de la experiencia. Este es un elemento que demuestra la intención del equipo de desarrollo de acercarse a los orígenes del género, pues en contraposición de los últimos referentes de terror no somos guiados como corderos al matadero.

Aunque no estamos exactamente ante un juego de mundo abierto, explorar y recorrer los escenarios o edificios en la búsqueda de alternativas ofrece recompensas con locaciones ajenas a la línea argumental principal, y que una vez exploradas nos abrirán misiones especiales relacionadas con cada edificio o casa, ya que cada una tiene su propia historia y su propio arsenal de sustos y sobresaltos.

Downpour presenta un Silent Hill especialmente tétrico y macabro. La ambientación está diseñada para causar una sensación espeluznante, misteriosa y que en ocasiones, resulta escalofriante; una vez más, es posible que a los veteranos no les cause tanta emoción o que para ellos el impacto sea menor, pero un jugador ajeno a la franquicia se encontrará con terroríficas sorpresas.

Las atmósferas llenas de tensión se centran en los lugares cerrados, donde encontraremos desde atracciones subterráneas para turistas hasta un espeluznante orfanato, y un complejo de departamentos repleto de situaciones agobiantes y secuencias terroríficas. Los momentos en los que aparece la ya conocida dimensión paralela con aspecto infernal se componen de escenarios completamente diferentes al resto del pueblo de Silent Hill, y obligan al jugador a huir de una esencia devoradora en una persecución donde te verás obligado a interactuar con el entorno, tirando víctimas que sirvan de entretenimiento mientras te alejas o tomando decisiones apresuradas mientras las opciones de escape se cierran ante tus ojos.

Son secuencias intensas y de mucha emoción, su defecto es que se basan demasiado en prueba y error, lo que te lleva a repetir una y otra vez el mismo recorrido hasta que aprendes el camino adecuado y la posición de las trampas.

Los rompecabezas han sido históricamente parte fundamental de la experiencia que ofrece la serie, y Downpour los ejecuta con peculiar habilidad. Se pueden realizar todo tipo de interacciones, desde con una máquina tragaperras para colocar canicas en orificios o con diversos objetos para eliminar obstáculos en los escenarios, todos planteados para ser resueltos sin demasiada dificultad, lo que ayuda a mantener un ritmo más fluido durante las más de ocho horas por las que se extiende Downpour, siempre que evitemos la exploración, ya que en este caso la duración del juego prácticamente se duplica.

Los monstruos son menos inquietantes, pues entre fantasmas vengativos que aúllan para paralizarte y patrullas espectrales, hay muy poca variedad. Lo cierto es que todos son veloces e incansables, brutales cuando acechan y definitivos cuando atacan en grupo. Downpour opta por criaturas mundanas como prisioneros mutantes que en realidad podrían aparecer en cualquier otro juego de terror. Otro problema es que Downpour insiste en forzar el combate hasta lo obsceno.

Su sistema de pelea es obtuso y deficiente; hay momentos en que los ángulos de cámara bloquean la visión y otros en que la perspectiva pierde control completo cuando te enfrentas a varios enemigos; cada ataque se dirige en una dirección distinta a la de las criaturas atacantes, y por otro lado, los monstruos te derriban con facilidad si te golpean y te hacen perder el control del personaje. Por otro lado, el arsenal incluye desde botellas de tomate a machetes u hachas de leñador que se deterioran con un par de usos, lo que implica reemplazarlos constantemente; también hay pistolas, pero acertar en un enemigo es prácticamente un ejercicio de suerte, todo sin contar que la munición está muy limitada.

GRÁFICOS/AUDIO

Silent Hill: Downpour destaca en su apartado gráfico por una sobresaliente atmósfera creada para imprimir buenas dosis de tensión en el jugador. Aunque ciertamente el juego no está a la altura de las últimas producciones para PlayStation 3 con errores como caídas en la tasa de imágenes por segundo, texturas pobres y efectos de iluminación pobremente recreados, también es cierto que cumple con su cometido gracias a algunos detalles, como la representación visual de los daños sufridos por el protagonista, sus terroríficos escenarios y sus monstruos de pesadilla.

Por otro lado, Downpour dispone de buenos efectos de sonido aunque no se puede decir lo mismo de su banda sonora, que se aleja de los momentos cargados de terror que nos hacían sentir las primeras composiciones para la serie de Akira Yamaoka. El juego llega con voces en inglés y textos de pantalla en perfecto castellano.

CONCLUSIONES

Silent Hill: Downpour es un buen juego, que a pesar de incorporar un nefasto sistema de combate, una cámara mal diseñada, un repertorio de monstruos limitado y un regular apartado gráfico, gustará a la mayoría de jugadores ya sean veteranos o nobeles, gracias a una narrativa interesante y bien estructurada, una ambientación espeluznante, una amplia oferta de exploración, la gran variedad de rompecabezas que incorpora y sus impagables sustos. Además llega a nuestro país a un precio bastante ajustado con respecto a las novedades de PlayStation 3 y Xbox 360.

Carlos de Ayala / elsotanoperdido.com